El presidente ecuatoriano Rafael Correa emprendió una campaña contra la petrolera Chevron.
Para ello, el mandatario convocó a decenas de periodistas a la selva amazónica, hundió su mano derecha entre los matorrales y la mostró impregnada de petróleo.
“Esto es lo que ha hecho Chevrón-Texaco. Es la mano negra (de ellos)”, dijo Correa al exhibir el crudo en su palma.
La visita se realizó al sector del pozo petrolero Aguarico 4, en la amazonia ecuatoriana, 175 kilómetros al este de Quito, donde operaba la petrolera estadounidense Texaco hasta 1986, y que más tarde fue adquirida por Chevron, en 2001.
Rafael Correa aseguró que con este acto lanzaba al mundo la campaña “La mano sucia de Chevron”.
Explicó que estará destinada a demostrar “la contaminación, (y) la destrucción ambiental que esta transnacional dejó en nuestra amazonia”.
Dijo que contará con personalidades internacionales, entre las cuales estarán premios Nobel, y cineastas para “recordar una y otra vez al planeta lo que hizo Chevron-Texaco en nuestra amazonia”.
Llamó a la comunidad mundial en general “a acompañarnos en esta lucha, a no comprar productos de Chevron, a no utilizar las gasolineras de Chevron”.
“Unidos lo seres humanos podemos vencer al gran capital, (es) un llamado a todos los países a rechazar los abusos de una transnacional como Chevron que ha querido dejar en la impunidad una de las catástrofes más grandes de la historia”, añadió el jefe de Estado.
Una corte de Ecuador sentenció a Chevron en 2012 al pago de más de 19 mil millones de dólares por contaminar la amazonia ecuatoriana. (AP)
