El coronavirus alcanzó a la primera línea de mando en Reino Unido. El primer ministro Boris Johnson, quien dio positivo al coronavirus en marzo, ingresó al área de cuidados intensivos del Hospital St. Thomas, después de que se agravara su estado de salud.
Aunque los últimos partes médicos lo reportan estable y descartan que su salud esté en estado de gravedad, será necesario que Johnson dedique tiempo a su recuperación. En tanto, el canciller Dominic Raab tomó las riendas del gobierno británico.
A la par, las alarmas sobre la salud del ministro se apagaron después de que miembros del gabinete revelaran a medios británicos que el “premier” no requirió de ventiladores respiratorios pese a las complicaciones a causa del Covid-19, una enfermedad que minimizó antes de ser diagnosticado con la enfermedad, a finales de marzo.
Sin embargo, su ingreso al hospital se da en el marco de la renegociación de los acuerdos comerciales de política bilateral y límites fronterizos que mantenían de forma comunitaria con el bloque, después de que se acordara la salida jurídica de Reino Unido de la Unión Europea, el 31 de enero.
La fecha de consumación del Brexit se fijó para finales de este año; sin embargo, Reino Unido puede solicitar una prórroga de dos años para evitar una salida abrupta del bloque, camino que Boris Johnson se negaba a tomar.
Con la condición médica del “premier”, el divorcio de Reino Unido y el bloque pasa a segundo plano y con ello entra en una carrera contrarreloj, como parte de la historia de una complicada separación que lleva tres años sin concretarse.
Para Juan Pablo Galicia, analista político, la condición médica del primer ministro tiene implicaciones relacionadas con el sistema político, ya que su ausencia puede afectar la continuidad de las obras y la imagen que el partido conservador imprimió con su liderazgo.
“Va repercutir en la negociación del Brexit porque tiene que tomar decisiones con la Unión Europea, como bloque y como continente, sobre cómo contener la crisis por el coronavirus. Por otro lado, la población va a ser muy crítica sobre el sistema de salud pública”, comenta Galicia.
Monarquía estable
La estructura del mando parece inquebrantable, y no es de extrañarse dado que el máximo poder del país recae en la corona británica, es decir, la reina Isabel II, quien el domingo ofreció un mensaje desde el castillo de Windsor.
En un video de más de cuatro minutos, la reina emitió un mensaje que diversos medios internacionales calificaron como esperanzador. Isabel II agradeció la labor de los trabajadores del sistema de salud y llamó a la comunidad británica a permanecer en sus hogares para enfrentar la pandemia.
Cabe referir que la monarquía inglesa es constitucional y está conformada por un parlamento. Esto quiere decir que los reyes no gobiernan, esa función corresponde al Congreso, en donde Boris Johnson es el primer ministro.
“De forma jurídica no hay grandes implicaciones porque el gobierno en el Reino Unido está claramente delimitado y emana de la monarquía. Hay toda una jerarquía de los ministerios para cuando falta uno de los ministros para evitar que el gobierno tenga algún tipo de interrupción”, comenta Juan Pablo Galicia.
Atender la crisis, sustituto de Boris Johnson
Dominic Raab, en su primer día al frente del gobierno, confirmó que el primer ministro regresará a su puesto en cuanto le sea posible, tiempo en el que asumirá los trabajos pendientes.
Durante su primer mensaje, el canciller reportó el deceso de 786 personas, hecho con el que Reino Unido registró el mayor número de muertes a causa del coronavirus, que suman 6 mil 159 desde el inicio de la pandemia en el país, en febrero.
En tanto, los contagios confirmados ascienden a 55 mil 242, es decir, 3 mil 634 personas más después de que se realizaran pruebas a 213 mil 181 ciudadanos desde que comenzó la emergencia sanitaria.
El número de contagios y defunciones va al alza, mientras la oposición juzga a Boris Johnson por no tomar medidas drásticas ante la dispersión del virus en Europa. En una primera estrategia, el “premier” abogó por la participación voluntaria del aislamiento social de la ciudadanía, mientras España y Francia declaraban emergencias, cerraban aeropuertos y establecían multas para quienes no respetaran la cuarentena.
Dominic Raab confirmó el deceso de 786 personas, hecho con el que Reino Unido registró el mayor número de muertes a causa del coronavirus
Boris Johnson recibió fuertes críticas tras aparecer en un mensaje televisado en el que decía que lo único que se requería para evitar los contagios de Covid-19 era lavarse las manos, lo cual hacía mientras cantaba Happy birthday.
Fue hasta el 23 de marzo cuando decretó confinamiento obligatorio y llamó al cierre de comercios no esenciales. Cuatro días después daba a conocer que se había contagiado de coronavirus.
Para Galicia, que el primer ministro negara la crisis por la pandemia y que sea defensor de redistribuir el dinero que ya no se pagaría a la Unión Europea en el sistema de salud pública lo pone en el ojo del huracán, porque se prueba la gravedad del coronavirus y, a su vez, que Reino Unido no tiene la capacidad para afrontar la emergencia.
“Lo que podría ocurrir, considerando que su estado de salud no es grave, es que retome las riendas del poder y esto lo pone en una situación más sensible respecto al tema del coronavirus y el sistema de salud pública”, opina el analista político.
Por ahora no se puede determinar la fecha en la que el primer ministro retomará sus actividades, pero para Galicia podría ser una oportunidad en caso de que decida tomar esta experiencia para abogar por el Brexit y la necesidad de mejorar el sistema de salud.