Corea del Norte: entre la agresión y la falta de derechos humanos

El régimen norcoreano, encabezado por Kim Jong-un, tiene la capacidad para atacar a Estados Unidos y sus aliados; sin embargo, hacerlo comprometería su posición actual, la cual es violatoria de derechos humanos
Pablo Abundiz Pablo Abundiz Publicado el
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En este año Corea del Norte ha llevado a cabo seis pruebas de misiles, en lo que ha sido una escalada de su programa armamentístico que comenzó en 2022; ante ello, Corea del Sur, Japón y Estados Unidos han respondido con ejercicios militares que muestran la fuerza de su alianza.

Ayer, Corea del Sur y su aliado norteamericano comenzaron los más grandes ejercicios conjuntos de la historia de la península. Con la meta de aumentar la preparación ante un posible reinicio de las hostilidades con Corea del Norte, realizarán 48 ejercicios de entrenamiento que involucrarán municiones vivas, asaltos aéreos y simulacros de intercepción de misiles.

Ante estos ejercicios, vistos por la cúpula del norte como un ensayo de invasión, el líder norcoreano Kim Jong-un no ha respondido como es usual ante el ejercicio conjunto de sus rivales; sin embargo, en los días previos, durante una inspección de misiles el mandatario anunció que su país adoptaría una postura más agresiva en cuanto a las disputas por límites territoriales.

Para Agustín Menéndez, politólogo e investigador asociado del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) y especialista en temas de la Península de Corea, existe un peligro tangible ante las advertencias del líder norcoreano, pues la maquinaria bélica del régimen puede ejecutar sus amenazas.

Es totalmente cierta la amenaza de Corea del Norte no solo en términos regionales, en el noreste asiatico, sino también a nivel mundial. Corea del Norte tiene la capacidad de atacar a los Estados Unidos en su territorio continental, es decir, podría atacar California porque cuentan con misiles balísticos intercontinentales; entonces, con la posibilidad de acoplar a la cabeza uno de estos misiles de material nuclear podrían morir millones de personas en pleno Estados Unidos”, advierte Menéndez.

¿Cuál es la  posibilidad de un ataque norcoreano?

El especialista señala que para Japón y Corea del Sur la amenaza de un ataque norcoreano es aún más vívida, pues su territorio es constantemente atravesado por los misiles; sin embargo, descarta que el régimen de Kim Jong-un golpe de esta forma a sus vecinos al sur o a sus aliados.

“No creo que sea una acción racional para Corea del Norte en tanto quieran sobrevivir. Corea del Sur y Japón, junto con su aliado Estados Unidos, tienen suficiente poder disuasorio para eliminar a norcorea del mapa; entonces, dudo mucho que la amenaza pueda concretarse”, puntualiza Menéndez.

El investigador de la península señala que el desarrollo del programa nuclear de Pyongyang es una respuesta a la caída de liderazgos dictatoriales, un intento por conservar el régimen de Kim Jong-Un sin depender de sus aliados internacionales, la República Popular de China y la Federación Rusa.

Las acciones del régimen han convertido al Estado norcoreano en el país con más resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas en su contra; sin embargo, las sanciones económicas en su contra son evadidas por sus aliados internacionales, pues tanto China como Rusia han recurrido al régimen norcoreano como aliado comercial y militar.

El investigador señala que las sanciones comerciales no cumplen su función debido a la complicidad de países que, con conocimiento de los métodos y objetivos de Corea del Norte, mantienen relaciones con el régimen de Kim Jong-Un. No solo China y la Federación Rusa son partícipes de ello, también Siria, Venezuela y Cuba. Medéndez teme que puedan unirse Brasil y México.

En opinión del especialista, el Estado norcoreano está diseñado para perpetuar el régimen; ejemplo de ello son las múltiples actividades ilegales que Pyongyang opera para generar ingresos. Crímenes financieros, contrabando, tráfico de armas y drogas, y esquemas de esclavitud moderna, son utilizados para generar los ingresos que nutren el programa nuclear de Corea del Norte.

Corea del Norte: el peor violador de derechos humanos

Mientras que la maquinaria bélica del régimen de Kim Jong-un continúa el desarrollo de su programa nuclear, la mayoría de ciudadanos norcoreanos viven con apenas lo necesario para sobrevivir en un sistema en el que los derechos humanos no son sino un concepto ajeno.

En 2014, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU dio a conocer los resultados de la Comisión de Investigación, establecida un año antes con la misión de investigar violaciones graves y sistemáticas de derechos en Corea del Norte. Ante lo encontrado en las pesquisas oficiales de las Naciones Unidas, se hicieron llamados a involucrar al Tribunal Penal Internacional por la gravedad de los hallazgos.

“La Comisión de Investigación llegó a la conclusión de que Corea del Norte es el peor violador de derechos humanos en la historia contemporánea; no hay derecho que no sea violado y en 2024 esta situación se ha vuelto peor”, comenta Menéndez

El politólogo añade que a partir de 2020, fecha en la que el régimen de Kim Jong-Un cerró las fronteras como única solución a la pandemia de COVID-19, las condiciones dentro de Corea del Norte no han hecho sino empeorar.

“Se dispuso, a partir de una orden de Kim Jong-Un, disparar a matar a cualquier persona que intentara escapar del país. Esto se hizo al aumentar los salarios de los guardias fronterizos y dando una mayor cantidad de dinero a aquellos que lograran capturar, vivos o muertos, a las personas que intentaran escapar. El premio por ello es de, aproximadamente, el equivalente a tres o seis meses de sueldo de un guardia fronterizo”, explica el investigador.

Menéndez asegura que las consecuencias de estas disposiciones se ven reflejadas en la cantidad de personas que han podido abandonar el territorio norcoreano en los últimos tres años. Solo 60 personas por año, de las 25 millones que se encuentran atrapadas en Corea del Norte, han podido desertar desde 2020. De 1948 a 2020 más de 100 mil personas abandonaron el país.

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