Corea de Sur, de luto por estampida en Itaewon; se esperan los resultados de las investigaciones

Las flores blancas, las cartas y las veladoras son ahora los objetos más comunes de encontrar en algunas de las calles de Seúl, Corea del Sur, donde hace cuatro días en el barrio de Itaewon una estampida dejó a 156 personas sin vida, entre ellas 26 extranjeros.

De acuerdo con la Sede Central de Contramedidas de Seguridad y Desastres de Corea del Sur, los ciudadanos extranjeros que fallecieron el sábado en una celebración de Halloween provenían de 14 países, entre ellos Irán, China, Rusia, Japón, Estados Unidos, Francia y Australia, por nombrar algunos.

Referente a esas pérdidas, el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, prometió apoyar a las víctimas y a sus familias, enviándoles su pésame.

“Espero que puedan reunir el apoyo para superar la tristeza y la tragedia que enfrenta nuestra sociedad. Una vez más, comparto mi más sentido pésame a las víctimas y a sus familias”, declaró.

Además, el primer ministro Han Duck-soo ordenó el apoyo individual de los funcionarios del gobierno a las familias en duelo de las víctimas extranjeras, a quienes les permitió ingresar al país con una visa especial para recoger los restos de su familiar si así lo desean.

En cuanto se dio a conocer el incidente en el callejón de cuatro metros de ancho, donde lo único que quedaron fueron algunas prendas de vestir y pares de zapatos, el jefe de Estado visitó la zona en compañía de miembros de su gabinete, con quienes acordó empezar una investigación para esclarecer el caso.

Será un equipo integrado por 475 agentes quienes colaborarán con el Servicio Forense Nacional. En conjunto, se prevé que revisen las cámaras de las calles cercanas a donde sucedió el incidente, con el fin de identificar en qué momento se creó una multitud de gente y qué hacían los miembros de la policía mientras tanto.

Aunque Hong Ki-hyun, jefe de la Oficina de Gestión de Orden Público de la Policía surcoreana, declaró a la prensa local que los 137 agentes desplegados en la zona no detectaron un aumento repentino de personas y por lo tanto no actuaron de inmediato, en redes sociales se difundieron mensajes en los que se mostró que la gente le advirtió a las autoridades de lo ocurrido, pero no tuvieron respuesta.

La reportera Hawon Jung, por ejemplo, compartió vía Twitter algunos de los registros policiales en los que la gente aseguró que estaba “al borde de tener un gran desastre” y que posiblemente habría personas que morirían aplastadas.

“Los registros policiales mostrados hoy (ayer) exponen llamadas desesperadas instando a las autoridades a actuar horas antes de que la multitud de Itaewon quedara aplastada, lo que muchos expertos llaman un desastre evitable provocado por el hombre”, dijo Hawon.

Mientras se llevan a cabo las investigaciones correspondientes, el presidente Yoon Suk Yeol declaró un duelo nacional hasta que se controle la situación, previsto para el próximo 5 de noviembre.

Desde el día del incidente, la población surcoreana ha dejado flores, bebidas y mensajes en papel en la plaza del Ayuntamiento, donde se decidió crear un altar en honor a las personas fallecidas, en su mayoría mujeres de entre 20 y 30 años. También, han llevado objetos representativos a la salida 1 de la estación del metro de Itaewon, que fue la más cercana a donde se registró la estampida.

Responsabilidad compartida en estampida de Corea del Sur

Para la doctora Natalia Rivera Ángel, docente en el área de Asia y el Pacífico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, la avalancha humana en el barrio de Itaewon fue algo que no sólo las autoridades no previeron, sino tampoco la gente que asistió al evento público.

“Me parece que debe ser una responsabilidad conjunta: mientras que el gobierno respondió de manera tardía, la gente no dimensionó lo que podría pasar porque no esperaba que esa cantidad de personas llegaran al sitio (…) Sin embargo, después de tres años de pandemia en los que la gente estuvo encerrada, deseaba libertad y este evento era una opción para eso”, apunta.

Desde esa perspectiva, la especialista comparte que para evitar escenarios parecidos en el futuro, el gobierno sin duda deberá reforzar su seguridad en función de los lugares, como sólo dejar entrar a determinado número de personas a calles tan estrechas como la de Itaewon.

Asimismo, remarca que las autoridades no deben olvidar que no por tener a una población en su mayoría vacunada contra el COVID-19, pueden permitir eventos masivos, los cuales estaban prohibidos meses atrás.

“Si bien ya hay vacunas, no hemos vencido completamente la pandemia; sin embargo, en un evento como este pudimos ver a gente amontonada y eso se aleja demasiado a las medidas contra el COVID. Entonces, no podemos confiarnos demasiado no sólo por seguridad, sino también por salud”, añade.

Antes de que finalice el luto nacional, se prevé que el gobierno federal anuncie las nuevas medidas para prevenir incidentes como el de Itaewon, así como los avances que han surgido de las investigaciones.

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