El mundo no es el mismo desde el 11 de septiembre de 2001. Ese martes, 19 hombres secuestraron cuatro aviones comerciales con el fin de perpetrar actos terroristas en algunos de los puntos más destacados de la costa este del país.
El ataque terrorista fue planeado por Osama Bin Laden, líder de la organización paramilitar y yihadista Al Qaeda. En total, dos mil 977 personas fueron asesinadas por los ataques en Nueva York, Washington y las afueras de Shanksville, Pensilvania.
Diecinueve años después y en medio de una emergencia sanitaria mundial, el gobierno de Estados Unidos se prepara para honrar a las víctimas, como cada año, en la llamada zona cero que se ubica en Manhattan, en Nueva York, donde estuvo edificado el World Trade Center que incluía las Torres Gemelas.
La ceremonia estuvo cerca de ser cancelada debido a la pandemia, sin embargo, los estadounidenses tienen muy claro su compromiso de no olvidar lo sucedido, por tanto, la agenda sufrió algunos cambios respecto a años pasados.
Para evitar los contagios, este año, el aniversario de los ataques terroristas se dividirá en dos actos. El primero tendrá lugar en la plaza conmemorativa del 11-S y otro en una esquina próxima al World Trade Center.
Con estos eventos se canceló la tradición de que los familiares de las personas que fallecieron durante el ataque lean el nombre de las víctimas cambio, dado que la ceremonia se realizará a través de una grabación y no en vivo en el memorial.
En el monumento al Vuelo 93, cerca de Shanksville, su tradicional ceremonia de 90 minutos será más corta, en parte por la eliminación de los momentos musicales. Se leerán los nombres de las 40 personas que murieron allí, aunque por una sola persona en lugar de por varios parientes, explicó la vocera Katherine Cordek.
El presidente Donald Trump, quien en años pasados ha destacado su participación durante las labores de rescate en Nueva York, durante la mañana asistirá a la conmemoración que se realizará en el Memorial Nacional del Vuelo 93 en Pensilvania, donde uno de los aviones secuestrados se estrelló en un campo causando la muerte de 40 personas.
Joe Biden, candidato demócrata a la presidencia, también acudirá a este memorial, pero durante la tarde, por lo que no se tiene planeado algún encuentro con el mandatario, con quien se disputará la representación de la Casa Blanca en la elección del próximo 3 de noviembre.
En tanto, el vicepresidente, Mike Pence, acudirá a ambos actos en Nueva York, mientras que Biden se presentaría en la ceremonia conmemorativa en la plaza durante la mañana.
El mundo después del 11-S
El mundo se transformó después del ataque terrorista del 11 de septiembre en Estados Unidos. Desde entonces se emprendió una lucha en contra de Al Qaeda y desató una guerra de más de una década en Afganistán.
El ataque perpetrado bajo las órdenes de Osama Bin Laden, quien murió el 2 de mayo de 2011 en un ataque de las fuerzas estadounidenses, logró crear un sentimiento de inseguridad en la mayor economía del mundo, la cual parecía intocable.
Para la administración George W. Bush, otra presidente estadounidense, el ataque representó una agresión similar al bombardeo de Pearl Harbor en la Segunda Guerra o el hundimiento del Lusitania en la Primera.
Hasta ahora, de acuerdo con las investigaciones, se sabe que la mañana del 11 de septiembre de 2001 cuatro vuelos de pasajeros que habían salido de aeropuertos en el noreste de Estados Unidos con destino a California fueron secuestrados por 19 terroristas de Al-Qaeda.
A las 8:46 de la mañana, dos de los aviones se estrellaron contra las torres norte y sur del complejo World Trade Center, en Nueva York. Un par de horas más tarde, ambas torres de 110 pisos colapsaron. En el lugar fallecieron dos mil 750 personas.
El mismo día, después de las 9:30 de la mañana, un tercer avión se estrelló contra el Pentágono, sede del Departamento de Defensa, en el condado de Arlington, Virginia, lo que provocó un colapso parcial del lado oeste del edificio. Este ataque causó la muerte de 184 personas.
El cuarto avión volaba inicialmente hacia Washington DC, pero se estrelló en un campo en Stonycreek Township, Pensilvania, después de que los pasajeros frustraran el ataque planeado por los secuestradores de Al Quaeda. El impacto dejó 40 víctimas mortales.
Cerca del mediodía, el entonces presidente Bush declaró al país en “alerta máxima” y posteriormente, emitió un comunicado en el que declaró la guerra al terrorismo.