Congresistas de EU y legisladores de México piden la no extradición de Julian Assange

A cuatro años de que el activista australiano fuera trasladado a una prisión en Reino Unido, líderes políticos y organizaciones piden su liberación y la no extradición a Estados Unidos; peticiones que son poco probables que se tomen en cuenta, de acuerdo con especialistas
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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Este mes se cumplieron cuatro años de que Julian Assange, creador de la organización WikiLeaks, fue ingresado a una prisión de alta seguridad en Belmarsh, Reino Unido.

En ese tiempo, sus seguidores no lo han dejado de apoyar. Se manifiestan en favor de su liberación y en contra de que sea extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta 17 cargos por espionaje.

Desde 2010, el periodista de origen australiano ha estado detenido por recibir información secreta de Estados Unidos y compartirla a través de su organización. Mostró videos y fotos de cómo soldados estadounidenses abatían a civiles sin ningún argumento.

Además, ha sido señalado por delitos sexuales, los cuales fueron retirados por no contar con pruebas necesarias.

De acuerdo con su último juicio, el activista podría enfrentarse a 175 años en prisión si logra llegar a la Unión Americana; un hecho que es factible que suceda, según la opinión del doctor Tomás Milton Muñoz Bravo, docente e investigador de tiempo completo del Centro de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Sin importar que haya un gobierno demócrata o republicano, los estadounidenses consideran que lo que vivieron con Assange fue un robo de secretos de Estado que fueron difundidos.

“Entonces, a pesar de que aún quedan dos o tres recursos de apelación para evitar la extradición, lo más factible es que sí ocurra ese traslado, sea juzgado y por ende sea enviado a una prisión en Estados Unidos”, indica.

A pesar de las pocas probabilidades que tiene Assange de ser liberado, el doctor considera que ha habido persecución en su caso aun cuando no tiene ninguna similitud con otro tipo de personajes o grupos que son perseguidos por actos terroristas, entre ellos el líder de Al Qaeda o los integrantes del Estado Islámico (EI).

Las voces en contra de la extradición

Durante los primeros cuatro años de Julian Assange en una prisión de Belmarsh, han sido diferentes los líderes políticos y organizaciones que se han manifestado en favor del activista.

En Estados Unidos, cinco miembros del Congreso enviaron una carta a Merrick Garland, fiscal general de la Unión Americana.

Entre los congresistas que firmaron el oficio aparece Alexa Ocasio Cortez, una de las activistas más reconocidas del país.

En el oficio, entre otras cosas, los congresistas piden que Estados Unidos remueva la solicitud de extradición contra Assange y sea liberado.

“El enjuiciamiento del señor Assange, si tiene éxito, no sólo sienta un precedente legal por el cual los periodistas o editores pueden ser enjuiciados, en el futuro New York Times o Washington Post podrían ser procesados cuando publiquen historias importantes basadas en información clasificada”, se lee en la carta.

Al igual que los congresistas, Amnistía Internacional defendió el trabajo del activista. A través de su página oficial compartió que el trabajo de Assange es la labor habitual de los periodistas de investigación y no debería castigarse.

“La persecución de Julian Assange es un ataque a la libertad de expresión”, divulgó la organización.

Así también, puntualizó que si trasladan a Assange a Estados Unidos, estaría “seriamente” expuesto a sufrir violaciones de los derechos humanos, incluidos malos tratos como la reclusión prolongada en solitario.

México se une a la lucha

En México, 97 legisladores mexicanos le enviaron una carta a Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes, en la que aseguran que la extradición del australiano establecería que suceda lo mismo con otros periodistas y editores de todo el mundo.

“Assange llevó a cabo prácticas periodísticas de investigación estándar, que incluyen recibir información clasificada de una fuente dentro del gobierno y luego publicar esa información de interés público”, indicaron.

Sobre la apertura a la libertad de expresión que podría dejar en el mundo el caso de Assange, el internacionalista de la UNAM opina que los gobiernos, sobre todo las grandes potencias, seguirán protegiendo su seguridad.

“Las grandes potencias seguirán considerando que más allá de la libertad de expresión es más importante la seguridad de los Estados. Es una visión muy realista que se sigue imponiendo”, menciona.

Finalmente, asegura que “es contradictorio” que presidentes como el mexicano se levanten en favor de la liberación de Assange cuando en el país se condena a los periodistas por hacer su trabajo al exponer la verdad.

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