El gobierno de Reino Unido tiene pocas posibilidades de salirse con la suya. Hace apenas unas semanas, luego de que el Parlamento británico rechazó por tercera vez el plan de Brexit que presentó la primera ministra Theresa May, se propuso solicitar una prórroga a Bruselas para alargar la salida de la Unión Europea. Sin embargo, puede que esto no sea posible.
Luego de que Inglaterra solicitó aplazar la fecha de salida hasta el 22 de mayo, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker salió a aclarar las cosas. Advirtió que los Comunes tienen hasta el 12 de este mes para que acepten un plan para el Brexit, o de lo contrario no les dará más tiempo.
Por su parte, Theresa May anunció que solicitaría una nueva prórroga, tan corta como fuera posible, y confirmó una reunión con el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, para llegar a un acuerdo y evitar una salida de la UE “a las bravas”.
No obstante, el que la funcionaria británica se haya reunido con Corbyn no fue del agrado de muchos, por ejemplo para el conservador Nigel Adams, quien renunció a su cargo como ministro de Gales porque consideró que pedir ayuda a la oposición fue un gran error.
La salida original de Reino Unido se iba a dar el pasado 29 de marzo, pero el rechazo del plan para una Brexit ordenado fue rechazado por el Parlamento británico. Ante esto, los Comunes pidieron a la primera ministra que realizara ajustes para que el proyecto fuera admitido.
Una de las opciones que la representante ofreció fue retirarse de su cargo y dejar que el Parlamento eligiera a quien considerara pertinente para hacerse cargo del Brexit. Sin embargo aún no existe fecha para la posible dimisión, incentivando el clima de incertidumbre en la región.