Michael Cohen, quien como abogado y representante personal del presidente Donald Trump alguna vez juró que “recibiría una bala” por su jefe, fue condenado este miércoles a tres años de prisión por una serie de delitos que incluyen el arreglo monetario con dos mujeres para que dejarán de afrentar a su cliente.
Cohen, parado solo en la mesa de la defensa, negó con la cabeza ligeramente y cerró los ojos brevemente cuando la sentencia fue anunciada por el juez.
El juez de distrito William H. Pauley III dijo que Cohen merecía una sentencia modesta por su decisión, durante el verano, de admitir su culpabilidad y cooperar en una investigación federal respecto los esfuerzos de los rusos para influir en las elecciones presidenciales.
“En algún punto del camino, el señor Cohen parece haber perdido su brújula moral”, dijo el juez. “Como abogado, el señor Cohen debería haberlo sabido mejor”.
Cohen le dijo al juez, justo antes de ser sentenciado, que la lealtad a Trump lo había extraviado.
“Fue mi lealtad ciega a este hombre lo que me llevó a tomar un camino de oscuridad en lugar de luz”, dijo. “Sentí que era mi deber cubrir sus sucias acciones“.
Los abogados de Cohen abogaron por la indulgencia y dijeron que decidió cooperar con los investigadores en lugar de pedir un posible perdón.
“Se presentó para ofrecer pruebas contra la persona más poderosa de nuestro país”, dijo el abogado de Cohen, Guy Petrillo, al juez durante la audiencia.
Cohen, de 52 años, se declaró culpable en agosto de evadir 1.4 millones de dólares en impuestos relacionados con sus negocios personales.
En la parte del caso con mayores repercusiones políticas, también admitió haber violado las leyes de financiamiento de la campaña al organizar los pagos en los últimos días de las elecciones de 2016 a la estrella porno Stormy Daniels y la modelo de Playboy Karen McDougal, quienes dijeron que tuvieron encuentros sexuales con Trump. .
Cohen se convirtió en el primer, y hasta ahora, único miembro del círculo de Trump, durante dos años de investigaciones, en ir a juicio abierto e implicar al presidente en un crimen, aunque el hecho de que un presidente pueda ser enjuiciado es una cuestión actualmente de disputa legal.
El mes pasado, Cohen también se declaró culpable de mentir al Congreso sobre los tratos comerciales de Trump en Rusia. Admitió haber ocultado el hecho de que estaba negociando una propuesta para construir un rascacielos Trump en Moscú durante la campaña presidencial. Dijo que había mentido por devoción a Trump, quien había insistido durante la campaña en que no tenía ningún vínculo comercial con Rusia.
La sentencia fue la culminación de la rápida caída de un abogado que se unió a las fortunas de su mayor cliente, lo ayudó a ser elegido presidente, luego se volvió contra él y cooperó con dos investigaciones interconectadas: una dirigida por fiscales federales en Nueva York; la otra por el abogado especial Robert Mueller, quien está investigando los esfuerzos rusos para influir en la carrera por la Casa Blanca.
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