Con nueva ley, ciudadanos de Florida podrán tener arma de fuego sin permiso estatal 

En sólo tres meses, los habitantes del estado de Florida, en Estados Unidos, podrán portar un arma de fuego sin necesidad de tramitar un permiso estatal.

A través de una ley aprobada por el Senado del estado y firmada por el gobernador Ronald DeSantis, la gente tampoco tendrá que recibir una capacitación para obtener un arma ni mostrar sus antecedentes.

La ley tiene el nombre de HB 543, y con ella Florida se convierte en el estado número 26 de toda la Unión Americana en dejar de lado la mayoría de los trámites para conseguir un arma de fuego, a excepción de la licencia para portarla.

Entre otros de los estados que permiten otorgar armas de fuego sin permiso del estado están Texas, Alabama, Montana y Wyoming, entre otros.

El gobernador DeSantis argumentó el impulso de su nueva reforma diciendo que el portar armas ya es un asunto constitucional que está en los libros, haciendo referencia a la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, la cual especifica que con ella “se les otorga a los ciudadanos el derecho de portar armas”.

Críticas a la reforma

Aunque la medida estatal fue aplaudida por los seguidores conservadores del gobernador, también recibió las críticas de personas que han tenido contacto directo con un ataque con armas de fuego.

Patricia Padauy dijo a la agencia EFE que el gobernador los expuso a un alto riesgo si salen de sus casas. Desde su perspectiva, con la nueva medida el índice de crímenes va a aumentar considerablemente.

“DeSantis sólo piensa en su agenda política y para ello todos vamos a pagar un precio”, declaró Padauy, madre de uno de los estudiantes que murieron por el tiroteo provocado por el joven Nikolas Cruz en una escuela de Parkland, Florida, en 2018.

Antes de que se registrara la aprobación de la Ley HB 543 en Florida, el estado ya era escenario de diversos ataques con armas de fuego. De acuerdo datos de la organización Gun Violence Archive, en lo que va de este año se han registrado 11 tiroteos masivos, los cuales han dejado 15 personas muertas y 57 heridos.

El primer tiroteo masivo en Florida fue registrado el primero de enero en la ciudad de Miami Gardens, mientras que el último el pasado 10 de marzo en Hialeah. De esos dos ataques cinco personas perdieron la vida y nueve resultaron heridas.

Con la aprobación de la nueva reforma, los tiroteos podrían ir en aumento en el estado; algo que al parecer no fue considerado por el gobernador en abril de 2022, cuando se comprometió a promover la ley.

En Estados Unidos, figuras políticas como el presidente Joe Biden se han manifestado en favor del control de armas desde los años 90, considerando que al año aproximadamente 40 mil personas mueren a consecuencia de lesiones por armas de fuego en el país.

Para ayudar a reducir el problema, el líder demócrata continúa pidiendo al Congreso que prohíba las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, exija el almacenamiento seguro de las armas de fuego y la verificación de antecedentes para todas las ventas de armas.

Políticas criticadas de DeSantis

En lo que va de su mandato como gobernador de Florida, Ron de Santis ha emitido distintas políticas que han recibido la crítica de una gran parte de la sociedad estadounidense.

Además de su más reciente Ley HB 543 para portar armas de fuego sin necesidad de un permiso estatal, DeSantis le dio la espalda a la comunidad LGBT+ al impulsar una reforma a través de la cual le quita la libertad a las escuelas primarias de hablar de temas de orientación sexual o de identidad de género a los estudiantes.

Con esa ley, llamada socialmente “Don´t say gay”, los padres de familia también pueden llevar a cabo un proceso en contra de un distrito escolar en caso de que un procedimiento o práctica viole lo establecido en la reforma.

“Queremos estar seguros de que los padres puedan enviar a sus hijos a la escuela sin que se inyecten algunas de estas cosas en alguno de sus planteles de estudios escolares”, dijo DeSantis en marzo de 2022 cuando aprobó la reforma.

Por otro lado, este año el gobernador no intervino para que se detuviera una ejecución en su estado. En enero pasado firmó una orden para que se concretara la muerte de Donald Dillbeck, quien tuvo que ver en el fallecimiento de dos personas y por lo cual fue condenado en 1991.

Aunque el ejecutamiento de Dillbeck se atrasó 32 años porque la pena de muerte se declaró inconstitucional, en febrero pasado se culminó por el respaldo del mandatario.

Las condenas de muerte siguen sucediendo en diferentes partes del mundo aun cuando diversos países ilegalizaron ese proceso y organizaciones humanitarias continúan luchando para que se acaben a nivel global.

Respecto al manejo de la pandemia, DeSantis fue criticado por acabar prontamente con la obligatoriedad de usar cubrebocas y de mantener cerrados los comercios y las escuelas. Se prevé que esa medida provocó que Florida se convirtiera en uno de los estados del país con mayores muertes acumuladas.

De acuerdo con datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), mientras que los estados que rodean a Florida, como Georgia, Alabama y Carolina del Sur, registraron al pasado 29 de marzo 42 mil 610 muertes, 21 mil 128, y 19 mil 684, respectivamente, el estado gobernado por DeSantis obtuvo 87 mil 141 fallecidos por COVID-19.

Con esos antecedentes, Ron DeSantis sigue en la lista de los posibles candidatos a las elecciones presidenciales de 2024 por el Partido Republicano, o para su reelección en el estado de Florida.