Son ingenieros, abogados, vigilantes de parques, exsoldados que tomaron trabajos civiles tras regresar de la guerra…Todos tienen algo en común: hace dos semanas los mandaron a sus casas con licencia sin goce de sueldo debido a la disputa entre el presidente Barack Obama y el Congreso que derivó en el cierre parcial del Gobierno Federal.
Donna Cebrat, una empleada del FBI entrevistada por AP, dijo que desde entonces se ha enfocado en hacer que cada dólar rindiera lo más posible, pues quizá esté sin trabajo un mes o más.
“En lugar de cenar, comeré un tazón de cereal. Tal vez para el almuerzo y la cena. O iré a McDonald’s por una hamburguesa del menú más barato”, dijo.
Mientras tanto, Catherine Threat, sargento primero del Ejército, regresó de Afganistán en julio y confesó que no está acostumbrada a estar sentada durante largo tiempo.
Sin embargo, hay otros que trataron de sacar el lado bueno de la situación. Jonathan Corso y su esposa Liza, quien trabaja en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, también recibieron licencias para no trabajar y aprovecharon para almorzar juntos y ver el beisbol hasta tarde.
(Fuente: AP)
