Comienza la era de Naftali Bennett en Israel como primer ministro; conoce sus próximos retos en coalición

Tras despojar a Benjamin Netanyahu del poder, Naftali Bennett se convirtió en el nuevo primer ministro de Israel, un cargo en el que se espera pueda controlar y hasta frenar el conflicto con Palestina, además de lograr mantener un plan en común junto a su coalición; de lo contrario, podría perder su fuerza política y la credibilidad del pueblo israelí
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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Israel abrió un nuevo capítulo en su historia, el de un gobierno que despojó a Benjamin Netanyahu del poder tras 12 años como primer ministro. Este lunes, fue Naftali Bennett quien reemplazó oficialmente a Netanyahu luego de obtener una mayoría parlamentaria junto a siete partidos más, algo que el exlíder derechista no pudo lograr desde el pasado 23 de marzo que se llevaron a cabo las elecciones generales.

“Como primer ministro me comprometo a mantener lealtad al Estado de Israel y a sus leyes, a cumplir mi papel con fe y a respetar las resoluciones del Knesset (Parlamento)”, declaró Bennett.

De ese modo, el ultraderechista se mantendrá en el poder hasta 2023, cuando sea relevado por Yair Lapid, un opositor que le prometió a Naftali gobernar primero si se unía a su coalición, al grupo que con su apoyo derribaría a Netanyahu del poder.

“Para nuestros hijos, para ustedes ciudadanos de Israel, ¡hemos venido a cambiar!”, compartió Lapid tras darse a conocer su victoria parlamentaria.

Ahora, tanto Bennett como Lapid, quien tomará el papel de viceministro, tendrán un ardua tarea por delante, comenzando con mantener el liderazgo que Israel consiguió con su programa de vacunación contra el COVID-19, el cual impulsó Netanyahu; seguido de reforzar su política exterior e interior.

En ese sentido, Cristina Godos González, maestra en Relaciones Internacionales por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, asegura que, aunque aún es pronto para conocer los movimientos que dará este nuevo gobierno, hay un punto en que podría destacar: el conflicto con Palestina.

En caso de que Bennett decida empezar su mandato con este tema y no sólo lo controle, sino que lo detenga por completo, eso le serviría como un impulso para superar la administración de su antecesor, e incluso, deje atrás el legado que por tantos años construyó Netanyahu.

Sin embargo, lo que por el momento se espera en torno al conflicto, es que el ultraderechista se mantenga en contacto con los servicios de inteligencia para contener las agresiones en la Franja de Gaza, donde desde hace un mes comenzaron los lanzamientos de cohetes por parte de Hamás.

“También tendrá que negociar este asunto con (Joe) Biden y ponerle sus cartas sobre la mesa, decirle cuáles son sus objetivos con Palestina”, opina Godos González.

Antes de que hubiera un cambio administrativo, el presidente de Estados Unidos le había pedido al entonces primer ministro israelí disminuir la violencia contra los palestinos; sin embargo, esa petición pasó de largo.

De acuerdo con la maestra Cristina, esa solicitud por parte del gobierno estadounidense puede que sea ahora más tomada en cuenta si se destaca el perfil que tiene Naftali Bennett, “un personaje joven con carácter de empresario que quizá tenga una nueva línea de negociación que lo ayude a evitar la fuerza política”.

Pero para que esta nueva administración funcione y logre mantener una estabilidad internacional e interna, está claro que quienes la conforman deben apegarse a un solo plan de trabajo y no empezar a dividirse debido a sus diferentes ideologías políticas.

“Lo más inteligente es que actúen como coalición, como ese grupo que los ha llevado al triunfo. De lo contrario, si sale a decir cada uno lo suyo, podrían hasta perder mucho el movimiento que los ayudó a posicionarse y perder la credibilidad del pueblo israelí”, resalta la también académica de la FES Aragón.

‘No dejen caer su espíritu’, pide Naftali Bennett

Momentos después de que se oficializó la victoria de un nuevo gobierno al frente de Israel, Benjamin Netanyahu aceptó su derrota asegurándole a sus seguidores que volvería, pero mientras eso sucedía, que no se dejaran caer.

“Les pido: no dejen caer su espíritu. Volveremos, y más rápido de lo que se piensa”, tuiteó el representante de Likud, uno de los partidos con más escaños en el Parlamento israelí.

Momentos después de esa declaración, Netanyahu fue despedido por cientos de israelíes que salieron a las calles con banderas de su país y pancartas con su rostro; personas que, como él, de ahora en adelante conformarán a la oposición.

“El que se haya ido Benjamin Netanyahu del cargo no le quita el poder, por el contrario, va a empezar a presionar y a utilizar los elementos que tenga a la mano para hacer una guerra política desde adentro y tratar de desestabilizar al nuevo primer ministro”, declara al respecto la maestra Cristina Godos González.

En ese sentido, se espera que el exlíder derechista no desaparezca del escenario político, sino que mejore sus relaciones en el Parlamento, e incluso vuelva a contender por un siguiente periodo al término de esta administración.

“Es una persona que tiene una experiencia tremenda en cuestión del gobierno israelí; entonces, es posible que empiece a presionar al primer ministro con todo su séquito que lo ha acompañado en sus 12 años de poder”, agrega Godos González.

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