Civiles y combatientes fueron evacuados de la ciudad de Harasta, en la región de Ghouta Oriental, feudo opositor de las afueras de Damasco y objetivo de una ofensiva gubernamental, tras un acuerdo entre insurgentes y las autoridades para abandonar el norte de Siria.
Esas personas desplazadas, que hasta hace poco eran retenidas por grupos terroristas, abandonaron los poblados en que viven a través de un corredor en el campamento de Wafidin, en Damasco.
También otro grupo de más de 200 civiles fueron evacuados por el Ejército sirio y organismos humanitarios a través de puntos cercanos a la ciudad de Harasta.
En los campamentos temporales para desplazados, las fuerzas gubernamentales y la Cruz Roja Árabe Siria suministraron a los evacuados recursos como alimentos y agua potable, además de atención médica.
Gracias a datos del Ministerio de Defensa Ruso, se informó que en los últimos días de Ghouta Oriental salieron hacia zonas seguras más de 79 mil 600 civiles.
Anteriormente, el ministerio de Reconciliación Nacional, Ali Haidar, dijo que la evacuación planeada de los rebeldes de la ciudad estaba esperando el consenso entre los milicianos en esa área después que se alcanzara recientemente un acuerdo.
El acuerdo para la evacuación de los rebeldes de Harasta debió ver luz dos días, pero los rebeldes no cumplieron el acuerdo, dijo Haida, quien había agregado que todas las medidas estaba listas para la evacuación de los milicianos.
Ghouta Oriental, una región agrícola de 105 kilómetros cuadrados conformada por varios poblados y granjas, presenta la última amenaza para la capital debido a su proximidad en las zonas controladas por el gobierno al este de Damasco y los ataques de mortero en contra de las áreas residenciales en la capital, lo que lleva a la gente al límite.