Por el impacto de varios balazos, Édgar Quintero perdió la vida. Era el 15 de mayo de 2022 cuando la casa del líder social colombiano fue intervenida por un grupo de personas que buscaban su muerte.
Además de liderar procesos relacionados a la implementación del Acuerdo de Paz en su país, Quintero impulsó el cultivo de piña para fortalecer la economía de la Vereda de Lomitas, en Antioquia.
Hoy en día, Quintero es uno de los 60 activistas medioambientales que fueron asesinados el año pasado en Colombia, de acuerdo con el último informe de la organización Global Witness.
En #Colombia urgen medidas serias para frenar asesinatos de lideres comunitarios. El crimen del líder Edgar Quintero, en Cauca es el más reciente.
Era un reconocido líder afro. Fue presidente de una junta de acción comunal.
Dos hombres le dispararon cuando salía de su vivienda. pic.twitter.com/wPJ1Wm7RP7— Human Rights Watch (@hrw_espanol) May 17, 2022
De acuerdo con la Organización No Gubernamental (ONG), Colombia se ubicó como el país con la mayor tasa de homicidios del mundo, a pesar de que en 2022 ratificó un acuerdo para prevenir e investigar los ataques contra activistas.
Desde que Global Witness comenzó a documentar la muerte de defensoras de la tierra y el medioambiente en 2012, en Colombia han matado a al menos 382, lo que lo convierte en el Estado con mayor número de asesinatos denunciados durante ese periodo.
Con ese antecedente, la organización humanitaria resalta positivamente las políticas sociales con las que el presidente Gustavo Petro empezó su mandato, como garantizar un goce y trabajo de la tierra que vincule a todos sus ciudadanos.
Asimismo, el político de izquierda se comprometió a darle a las autoridades indígenas y comunidades afrodescendientes autoridad ambiental en sus territorios.
De acuerdo con Global Witness, “una vez más son las comunidades indígenas las que se enfrentan a un nivel desproporcionado de agresiones con consecuencias mortales”.
En 2022, las personas originarias representaron más de un tercio de los asesinatos en todo el mundo, a pesar de que solo constituyen cerca del cinco por ciento de la población mundial.
En Colombia, la muerte de María José Arciniegas Salinas, de 27 años, también impactó al país por ser una de las comuneras originarias más jóvenes en ser asesinadas al interior de su resguardo indígena por hombres armados que se identificaron como parte del grupo Comandos de la Frontera.
👥 María José Arciniegas Salinas
📆 Fecha: 30/04/22
📍 Lugar: Puerto Leguizamo, Putumayo⚠️ Con María José Arciniegas Salinas serían 63 los líderes y defensores de DDHH asesinados en 2022. pic.twitter.com/MfW5TEXApX
— INDEPAZ (@Indepaz) May 2, 2022
Como ella, las y los jóvenes indígenas defensores de sus comunidades podrían seguir perdiendo la vida si las autoridades y las organizaciones no los respaldan.
Brasil y México registraron el mayor número de activistas asesinados después de Colombia
En el informe de Global Witness se detalló que de los 177 activistas de la tierra y medioambiente que fueron asesinados el año pasado a nivel mundial, 88 por ciento se registraron en América Latina y el Caribe.
NEW 🔴 In 2022, 177 #Defenders were killed for protecting their land & the planet. But around the 🌎 they remain steadfast in their struggle.
Their voices can’t be silenced. We join them in demanding justice and immediate action. #DefendTheDefendershttps://t.co/X1b1NuDmSe pic.twitter.com/JC3bjnsYxu
— Global Witness (@Global_Witness) September 13, 2023
Brasil fue el segundo país que más asesinatos registró con un total de 34; ocho más que en 2021.
“Los defensores de Brasil enfrentaron una hostilidad implacable por parte del gobierno del expresidente Jair Bolsonaro, cuyas políticas han abierto el Amazonas a la explotación y la destrucción, han socavado las instituciones ambientales y han impulsado invasiones ilegales de tierras indígenas”, se detalla en el informe.
En febrero de 2021, dos años después de que Bolsonaro tomara posesión, Flavio Siqueira, abogado brasileño de derechos humanos, publicó en el foro internacional Open Global Rights que desde que el ultraderechista asumió la presidencia impulsó “una política de destrucción” de la Amazonía y de ataques a los pueblos indígenas para promover proyectos de desarrollo en territorios protegidos.
“Se nota que su gobierno ha ido más allá y catalizó una grave crisis ambiental y de derechos humanos sin precedentes (…) Los ataques de grupos armados están obligando a los pueblos indígenas, defensores de derechos socioambientales y poblaciones tradicionales a abandonar sus territorios o enfrentar la violencia”, escribió Siqueira.
Con el regreso de Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia de Brasil, entre otras cosas el político se comprometió a que el tema ambiental sea central en su política exterior.
Por debajo de Brasil, México fue ubicado por la organización Global Witness como la tercera nación con más asesinatos a defensores ambientalistas.
El año pasado, nuestro país registró 31 muertes, de las cuales 16 fueron en pueblos indígenas.
“La situación general en México siguió siendo terrible para los defensores de la tierra y el medio ambiente, y los ataques no letales -incluidas intimidaciones, amenazas, desplazamientos forzados, acoso y criminalización- continuaron obstaculizando gravemente su trabajo”, puntualizó la ONG.
Otros de los países de América Latina y el Caribe que aparecieron en el informe de la organización fueron Honduras, con 14 asesinatos; Venezuela con cuatro; Perú, Paraguay y Nicaragua con tres; Guatemala con dos y Ecuador y República Dominicana con uno.