Una semana después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela diera a conocer los resultados de las elecciones generales que le dieron la victoria a Nicolás Maduro con el 51.2 por ciento de los votos, las autoridades electorales han rechazado hacer público el recuento de las mesas de votación en medio de acusaciones de fraude.
La noche de las elecciones, María Corina Machado, líder opositora, y el candidato Edmundo González Urrutia, desconocieron los resultados presentados por el CNE e informaron que con el 30 por ciento de las actas a las que tenían acceso el resultado daba por vencedor a su representante un margen de 40 puntos.
Durante la semana posterior al 28 de julio, surgieron protestas por todo el país exigiendo a las autoridades electorales transparentar los resultados de las mesas de votación. Pese al descontento popular, al cierre de esta edición el CNE no manifestó su intención de ceder ante las exigencias.
Consejo Nacional Electoral anunció segundo boletín con resultados de la Elección Presidencial 2024. pic.twitter.com/fqaOVu1MKT
— cneesvenezuela (@cneesvzla) August 2, 2024
El pasado 2 de agosto, el presidente del CNE, Elvis Amoroso, una figura clave para el régimen dentro de la agencia de gobierno, informó que el 96.87 por ciento de las boletas computadas reafirmaron la victoria de Nicolás Maduro.
Amoroso llegó al cargo en agosto de 2023 tras una vida de militancia chavista y después de haber servido como contralor de la Asamblea General Constituyente, donde inhabilitó políticamente a Maria Corina Machado y a otras 15 figuras opositoras sin cumplir con los requisitos contemplados en la ley.
Como presidente del CNE, Amoroso ha sido un férreo defensor del régimen chavista. Sancionado por Estados Unidos y la Unión Europea por considerarlo “un agente antidemocrático”, el también abogado de 60 años reiteró su invitación a los representantes europeos como veedores electorales cuando en mayo pasado el organismo europeo retiró las sanciones como gesto de buena voluntad.
La oposición venezolana presenta su recuento
A diferencia del CNE, quienes sí comenzaron un proceso de validación frente a la ciudadanía fue la oposición. Mediante convocatoria a los votantes, la Plataforma Unitaria Democrática afirmó haber recopilado el 81 por ciento de las actas y los resultados, al cierre de la edición, dan un 67 por ciento del voto a Edmundo González, una ventaja de casi cuatro millones de votos.
Ante los reclamos de la oposición, gobiernos de todo el mundo negaron su reconocimiento a las elecciones e instaron a las autoridades electorales a publicar los resultados mesa a mesa, como lo ha hecho la oposición.
Ganó Edmundo, Ganó Venezuela 🇻🇪
Conoce en vivo los resultados de la elección presidencial del 28J: https://t.co/ikmJWSMYss
— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) July 30, 2024
Tras días de cautela y comunicación con mandatarios de la región en los que el gobierno estadounidense instó a Maduro a respetar la voluntad popular, el pasado jueves el secretario de Estado, Antony Blinken, anunció que su gobierno reconocerá como ganador a González.
En opinión del doctor Anibal García, latinoamericanista e investigador del Observatorio Lawfare, el desconocimiento de Washington al gobierno de Maduro se da en un contexto más amplio que incluye acuerdos no respetados entre la oposición y el oficialismo que podría tener consecuencias económicas.
“Lo que sigue ahora es la revisión de ciertas licencias que hubo por parte de Estados Unidos para exportar petróleo, ya han hecho este tipo de revisiones en abril y su vigencia llegaba a junio. Este tipo de cuestiones pueden traer el recrudecimiento de sanciones por parte de Estados Unidos, que prácticamente tiene bloqueada la economía venezolana”, apunta el académico.
Maduro se defiende ante el Tribunal Supremo de Justicia
La respuesta venezolana no fue solamente acusar a Estados Unidos de promover un golpe de Estado, como lo hizo el canciller Yvan Gil, sino también ofrecer pruebas de la victoria oficialista. Al tiempo que Maduro invitaba a Washington a “sacar las narices de Venezuela”, también ofreció ser investigado por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, conformado por ministros chavistas.
En la comparecencia, llamada por la jueza Beatriz Rodríguez Rodríguez, se presentaron todos los candidatos menos Gonzáles, quien a través de de su representante legal desacreditó al CNE y su capacidad para actuar de forma independiente de los mandatos del presidente. Durante la comparecencia, Maduro afirmó que estaba dispuesto a entregar toda la evidencia que sea requerida por el tribunal y acusó al candidato opositor de no respetar la legalidad venezolana.
#EnVivo 📹 | Declaraciones a la Prensa nacional e internacional, luego de la Comparecencia ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia. https://t.co/VEV8pwqko9
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) August 2, 2024
Al respecto, el doctor García menciona que si bien Maduro puede presentar evidencia, no puede exponer las actas que le exigen a la autoridad electoral, pues esta es prerrogativa del CNE, que es un poder autónomo e independiente del Ejecutivo. Al ser el quinto poder del aparato gubernamental, cuenta con autonomía de gestión y lo vuelve bastante confiable.
“El sistema electoral venezolano es bastante avanzado y certero, lograron rescatar las actas y el CNE tiene la forma de presentar el cien por ciento de ellas. El sistema electoral es electrónico y se puede hacer un rastreo de principio a fin de todas las actas, además se pueden corroborar. Lo que presentaron Machado y González es un sistema propio, no el del CNE y lo hicieron con el 80 por ciento de las actas, pero habría que cotejar con lo que presentan las autoridades”, señala el especialista.
La exigencia a las autoridades venezolanas para que presenten las evidencias de una elección legítima proviene de toda la región y de ambos lados del espectro político. Mientras que países alineados a la Organización de los Estados Americanos (OEA) desconocen los resultados de la elección, México, Brasil y Colombia, con gobiernos ideológicamente afines a la izquierda, llamaron al CNE a transparentar los resultados para que estos puedan ser verificados de forma independiente.