La preocupación comienza a mostrarse entre políticos brasileños y miembros del reciente gabinete pues una intervención quirúrgica al presidente Jair Bolsonaro ya se extendió por más de ocho horas.
La operación para reconstruirle el tránsito intestinal y extirparle la bolsa de colostomía que le fue colocada tras el atentado que sufrió en septiembre debía durar, en promedio, tres horas.
El equipo médico ha informado que todo “está corriendo bien” en el Hospital Albert Einstein, en Sao Paulo, donde el mandatario entró al quirófano a las 06:30 horas locales (08:30 GMT), según la asesoría del Palacio del Planalto, citado por el diario brasileño 247.
La bolsa de colostomía tiene como función encaminar las heces y los gases del intestino grueso hacia fuera del cuerpo, en la región abdominal.
Bolsonaro, de 63 años de edad y quien asumió el cargo apenas el pasado 1 de enero, se somete a una tercera operación quirúrgica desde que fue apuñalado el 6 de septiembre durante una campaña electoral en el estado de Minas Gerais.
El domingo, Bolsonaro publicó un video en su perfil en Twitter, grabado desde su habitación del hospital, agradeciendo a Dios por estar vivo y haciendo un resumen de eventos recientes, incluido su vuelo al sitio de la ruptura de la presa en la localidad de Brumadinho, en Minas Gerais, que ha dejado unos 60 muertos y más de 300 desaparecidos.
El vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao asumió interinamente la presidencia durante 48 horas, tiempo en el que Bolsonaro permanecerá bajo estricto reposo.
