La violencia de género es una realidad que viven millones de mujeres y niñas alrededor del mundo, situación que se ha vuelto alarmante con el confinamiento debido a que muchas de ellas se ven obligadas a estar encerradas con sus agresores.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que de los siete mil 700 millones de personas que habitan el planeta, 49.5 por ciento son mujeres, y a nivel internacional, una de cada cinco vive una forma de violencia física o sexual.
Para hacer conciencia respecto a esta problemática, ONU Mujeres impulsa las producciones cinematográficas que inviten a la sociedad a reflexionar sobre la situación de violencia que enfrentan las mujeres del mundo.
Como parte de esta campaña, la organización ha dado su respaldo a Crímenes de familia, un filme del argentino Sebastián Schindel, en el cual retrata la violencia que se ejerce en contra de las mujeres en sus trabajos y con sus parejas.
La película narra la historia de un feminicidio y el abuso al cual es sometida una trabajadora del hogar por parte de miembros de una familia, temas que ONU Mujeres considera primordiales dentro de su agenda para impulsar la equidad de género.
El filme da una mirada de cómo miles de acusados de feminicidio acuden a herramientas legales que les permiten evadir las penas por el asesinato de mujeres por razones de género al retratar un proceso penal.
Cabe referir que el autor y sus colaboradores recibieron asesorías de especialistas de ONU Mujeres y de la oficina en el país de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), además de organizaciones de la sociedad civil, durante el proceso de preproducción de película, con particular atención en la elaboración del guión.
Para Lucía Martelotte, coordinadora de programas de ONU Mujeres en Argentina, este filme proporciona un panorama respecto a la complejidad de las violencias basadas en género y también su carácter multidimensional, por lo que considera fundamental tener en cuenta la interseccionalidad no solo al momento de visibilizar las violencias, sino también de pensar en políticas públicas para atenderlas.
“La violencia contra las mujeres es uno de los delitos más extendidos y con mayor nivel de impunidad en el mundo. Y las trabajadoras del hogar uno de los colectivos con menor protección social”, opinó la representante de ONU Mujeres.
Martelotte añadió que es necesario que gobiernos y sociedad civil trabajen de la mano para, de una manera decidida, se logre poner punto final a la impunidad social e institucional respecto a la violencia y la desigualdad de género.
“Esta película muestra cómo el cine puede sumarse en hacer visible la situación que viven millones de mujeres para transformar esta realidad”, declaró Lucía Martelotte.