Chantaje turco

Una verdadera pelea se ha desatado entre Turquía y la Unión Europea. Ankara, capital turca, exige una exención de visados para sus ciudadanos que quieran entrar y salir de Europa. Y Europa dice que se debe revisar la ley antiterrorismo impuesta por el presidente, Recep Tayyip Erdogan

Europa permanece renuente ante el hecho de que no se cumplan los puntos estipulados en el acuerdo firmado el pasado 20 de marzo para hacer frente a la crisis migratoria, ante lo cual el presidente turco ya amenazó con no aplicar el acuerdo si no se cumplen primero sus exigencias.

Andrea Montes Renaud Andrea Montes Renaud Publicado el
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millones de refugiados sirios ha acogido Turquía desde que el conflicto inició en 2011
“A esos que se atribuyen el derecho a la lucha contra el terrorismo por sus propios medios, pero que lo consideran un lujo para los demás, vamos a decirlo con toda claridad: actúan con muchahipocresía” 
Recep Tayyip ErdoganPresidente de Turquía

Una verdadera pelea se ha desatado entre Turquía y la Unión Europea. Ankara, capital turca, exige una exención de visados para sus ciudadanos que quieran entrar y salir de Europa. Y Europa dice que se debe revisar la ley antiterrorismo impuesta por el presidente, Recep Tayyip Erdogan

Europa permanece renuente ante el hecho de que no se cumplan los puntos estipulados en el acuerdo firmado el pasado 20 de marzo para hacer frente a la crisis migratoria, ante lo cual el presidente turco ya amenazó con no aplicar el acuerdo si no se cumplen primero sus exigencias.

Turquía firmó el acuerdo a finales del mes de marzo con la idea fija de que, para finales del mes de junio, sus ciudadanos podrían circular libremente por el espacio Schengen: un requisito previo para la posterior aplicación del pacto sobre los migrantes, que tiene como objetivo reacomodar a miles de migrantes en su territorio y reducir el flujo ilegal hacia el continente europeo.

Europa había sido clara sobre la revisión de la ley antiterrorista de Erdogan, ya que en el acuerdo firmado ambas partes se comprometían a seguir 72 puntos, entre los que se estipulaba una revisión de ésta ley para continuar con las negociaciones.

Y sin revisión de la ley no habría exención de visas para ningún turco. Y sin visas para los turcos no habría acuerdo migratorio para los refugiados. Y así comenzó este círculo vicioso de amenazas e injurias entre la UE y el gobierno de Erdogan.

Ante los ojos de Bruselas, la noción de “terrorismo” visto por los ojos de Erdogan sigue siendo un término muy “amplio”, pues actualmente se utiliza para perseguir, incluso, a universitarios y periodistas por “propaganda terrorista”.

Esta no es la primera vez que Europa y Turquía tienen una relación complicada. Sin embargo, las tensiones han empeorado últimamente. Las autoridades europeas están cada vez más irritadas con el autoritarismo de Erdogan, pero entienden que depende de él que el tema de los migrantes no asfixie al continente.

Turquía, que ha acogido a 2.7 millones de refugiados sirios desde que el conflicto comenzó en 2011, dice que los migrantes que espera recibir de Europa sean, más bien, reinstalados en los Estados miembros.

El proceso de reasentamiento que comenzó el año pasado no solo compete a Turquía, sino también a Jordania y al Líbano, que han ayudado a acoger y reubicar a 2 mil de los 20 mil inicialmente previstos.

Pero solo Turquía pidió una compensación financiera de 6 mil millones de euros para gestionar los gastos de los refugiados en su territorio -el doble de la cantidad inicialmente prevista-, ante lo cual países como Hungría o Polonia se opusieron fervientemente.

Ley contra terroristas

La Unión Europea, en las 72 condiciones previas para llegar a un acuerdo sobre visados, pidió a Ankara cambiar su legislación antiterrorista.

El marco general de esta discrepancia es que los europeos acusan a Erdogan de utilizar su posición, para justificar la imposición de leyes para marginalizar a sus oponentes y rivales, acusándolos de terroristas para poder perseguir y encarcelar a la oposición en el nombre de la “seguridad nacional”.

Y es que ante los ojos de Erdogan, Turquía tiene dos amenazas. Por un lado, la del Estado Islámico, y por el otro -y en especial- la amenaza de los kurdos. Sea cual sea la razón, lo cierto es que para el presidente turco, este es un medio muy efectivo para desacreditar a sus oponentes, acusándolos de vínculos con el terrorismo.

De hecho, es bien sabido que en Turquía, muchas empresas se están politizando como resultado de una resistencia al “hiperpresidencialismo” de Erodgan. Pues desde hace tiempo, los periódicos -en su voluntad por resistir la deriva autoritaria del país-, exponen públicamente discursos que difieren con el régimen, aunque éstos sean violentamente censurados, las oficinas confiscadas y sus editores perseguidos o encarcelados.

Por el momento, el presidente turco, denunció la “hipocresía” de la Unión Europea, que le pide a Turquía modificar su ley antiterrorista a cambio de una exención de visado para los ciudadanos turcos que quieran viajar por la zona Schengen.

“A esos que se atribuyen el derecho a la lucha contra el terrorismo por sus propios medios, pero que lo consideran un lujo para los demás, vamos a decirlo con toda claridad: actúan con mucha hipocresía.

“¿Desde cuándo dirigen ustedes este país? ¿quién les dio ése derecho?”, interpeló el presiente turco el pasado 12 de mayo en un discurso en Ankara.

En su discurso desde la capital consideró que la eliminación de una legislación antiterrorista en Turquía no es negociable: y mucho menos ahora, que se reactivó la lucha de la rebelión kurda contra el gobierno.

Pero ¿qué sucederá si Erdogan cumple sus amenazas a Europa, y abandona el convenio sobre los refugiados? Europa no podrá hacer frente a una nueva crisis migratoria.

Se necesitan

Todo puede empeorar si Erdogan realmente cumple sus amenazas con ser negligente en esta zona de la costa, porque pone en jaque a los europeos y, en cambio, al presidente turco en una posición dominante para chantajear y exigir concesiones.

En Berlín, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, respondió a Ankara que no habrá ninguna exención de visado mientras que la totalidad de los 72 criterios estipulados en el acuerdo, incluyendo la enmienda a la legislación antiterrorista, juzgada insuficiente ante estándares europeos de democracia, no sean aplicados correctamente.

Lo cierto es que hoy en día, los países de la UE no están preparados para recibir a más refugiados como lo hacen los turcos, libaneses o jordanos.

Y aunque tanto europeos como turcos se mantienen en sus posiciones, no hay que olvidar que se necesitan mutuamente. Pues es impensable que Europa vote para hacer sanciones contra Turquía, como lo ha hecho con Rusia, por ejemplo, por lo que estarán obligados a encontrar un terreno común.

Jean-Claude Juncker, de la Comisión Europea, advirtió a Ankara que no habrá exención de visado.

Los amaguesde Erdogan

> Turquía dará la espalda al pacto de los migrantes con la Unión Europea si sus ciudadanos no están exentos de visas en la zona Schengen.

> Habrá un aflojamiento en el control de la frontera marina entre Turquía y Grecia.

> Habrá muchos más refugiados que llegarán a Europa por esta vía, pues este control ya no es, en la actualidad, muy eficaz.

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