El presidente del gobierno autonómico, Carles Puigdemont, ha ‘declarado’ la independencia de Cataluña y su conformación como un Estado independiente pero, inmediatamente, ha pedido al Parlamento la suspensión indefinida de la declaración unilateral para intentar buscar una salida política al conflicto con España.
Durante su mensaje del día de ayer al pleno del Parlamento Catalán, Puigdemont señaló que asumirá los resultados del referéndum del pasado 1 de octubre y aseguró que Cataluña se ha ganado el derecho de ser una Estado independiente y los catalanes a ser escuchados.
“Llegados a este momento histórico, y como presidente de la Generalitat, asumo al presentar los resultados del referéndum ante el Parlamento y nuestros conciudadanos, el mandato de que Cataluña se convierta en un estado independiente en forma de república. Esto es lo que hoy corresponde hacer. Por responsabilidad y por respeto.
“Y con la misma solemnidad, el Gobierno y yo mismo proponemos que el Parlamento suspenda los efectos de la declaración de independencia para que en las próximas semanas emprendamos un diálogo sin el cual no es posible llegar a una solución acordada”.
De entre los posibles escenarios que se imaginaban sobre la comparecencia de hoy, lo declarado por Puigdemont parece haber dejado contentos a muy pocos, ni a los independentistas que esperaban una declaración con efecto inmediato, ni a sus opositores que le siguen reprochando llevar la crisis cada vez más lejos.
El Gobierno y el bloque independentista parecen buscar rebajar la polarización de los últimos días y vuelven a llamar al diálogo, en espera de que el Gobierno español acceda a comenzar alguna negociación.
“Estoy convencido de que, si los próximos días todo el mundo actúa con la misma responsabilidad y cumple con sus obligaciones, el conflicto entre Cataluña y el Estado español se puede resolver de manera serena y acordada”, ha dicho Puigdemont en clara alusión al gobierno español.
Anoche, el presidente español Mariano Rajoy se reunió con Pedro Sánchez, líder del PSOE, principal partido opositor, y hoy por la mañana (hora de España) encabezó el Consejo de Ministros extraordinarios para definir los siguientes pasos ante la crisis.
Por la tarde Rajoy comparecerá en el Congreso español para dar a conocer su postura y posiblemente la serie de medidas que tomará el Estado para afrontar la situación, entre las que podría estar la aplicación del artículo 155 que establece la suspensión de la autonomía de Cataluña y la asunción temporal de las funciones del gobierno catalán por parte del gobierno central.
La jornada del día de ayer estuvo cargada de tensión, sobre todo en las horas previas al inicio de la sesión.
Puigdemont hizo su arribo alrededor de las 17 horas (tiempo local) para mantener una reunión con el bloque independentista en donde discutieron el contenido del mensaje. Originalmente, la sesión estaba programada para arrancar a las 18 horas, sin embargo, el inicio se postergó más de una hora.
Aunque el retraso se justificó con el argumento de que Puigdemont se encontraba en contacto con mediadores internacionales, trascendió que el motivo real fueron las diferencias surgidas con los parlamentarios del CUP (Candidatura de Unidad Popular) quienes le pedían una postura más radical.
La oposición pide elecciones
Tras el discurso de Puigdemont siguió la réplica de los líderes de los grupos parlamentarios, en donde destacó la postura de los no independentistas quienes rechazaron la declaración de independencia en suspenso y reclamaron nuevas elecciones en Cataluña.
Asimismo, acusaron al presidente catalán y a su aparato de gobierno de haber propiciado una división en Cataluña y le reprocharon su intención de seguir hacia adelante con su desafío a pesar de no contar con ningún apoyo internacional.
Durante su intervención, Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos, centró su discurso en recalcar el nulo apoyo que los independentistas tienen en Europa y las consecuencias que podría traer para Cataluña una secesión.
“Yo le invito a que escuche a Macron, a Juncker, a Valls, porque está usted solo, señor Puigdemont. A nivel internacional no hay un solo líder europeo que les dé apoyo en sus planes”.
De igual forma, aseguró que los catalanes que quieren seguir formando parte de España y de la Unión Europea son mayoría, por lo que hizo un llamado para seguir luchando y destacó la urgencia de convocar a nuevas elecciones.
“Tenemos la oportunidad de ganar en las urnas. Las urnas de verdad, que a ustedes les dan mucho miedo, cuando las tengamos, en ese momento vamos a recuperar una Cataluña nueva que supere estos 30 años de nacionalismo”, sentenció.
Por su parte, Miquel Iceta, del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), secundó la necesidad de convocar a las urnas para renovar el gobierno autonómico, ya que es la única alternativa que impediría un retroceso democrático.
“No queremos volver atrás 300 años pero tampoco 38 o 40. La salida me temo que es unas elecciones al Parlamento en las que todos puedan votar con igualdad, con garantías y la posibilidad de optar por proyectos políticos diferentes”.
Iceta también cuestionó la legitimidad del referéndum del 1 de octubre y rechazó que a través de esos resultados cuestionables se pretenda decretar la independencia, ya que no hablan por la mayoría del pueblo catalán.
“El deseo de dos millones no puede imponerse a tres millones. Seamos objetivos, la sociedad está dividida, polarizada. Esto nos separa de la Unión Europea”.