Una banda de macacos japoneses ha estado mordiendo y arañando a personas de la comunidad de Yamaguchi, un pueblo ubicado al oeste de Japón, por lo cual recientemente fue capturado y sacrificado un mono, identificado como uno de los responsables de los ataques.
Lo anterior ocurrió luego de que la ciudad contratara una unidad especial para disparar sedantes a los macacos quienes han atacado al menos 58 personas desde el pasado 8 de julio, ya que los monos no buscan comida.
Así, las trampas con las cuales intentaron capturar a los monos no funcionaron, por lo cual el funcionario municipal Masato Saito dijo para la agencia de noticias AP que son astutos, pues atacan por detrás, “usualmente agarrando las piernas”.
Además, las agresiones se han extendido a toda la población, ya que al inicio solo atacaban a mujeres y niños. Posteriormente atacaron a hombres adultos y ancianos.
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Por este motivo, cuando la unidad especial encontró a un mono cerca de un lago en los predios del colegio, lo sedaron. Se trataba de un macaco macho de 49 centímetros de altura y 7 kilos de peso, el cual había sido identificado como líder.
De esta manera, fue sacrificado, pues era responsable de los ataques de la banda de macacos, entre los cuales se encuentra una víctima de 4 años, quien fue arañada luego de que un mono entrara al jardín de niños donde estudia.
No obstante, el asesinato de este mono no frenó los ataques, ya que se continuaron presentando en la comunidad de Yamaguchi por otros monos agresivos. Hasta el momento se desconocen los motivos por los cuales agreden a las personas.
Por su parte, una investigación de la Universidad de Yamagata sugiere que éstos son causados por cambios en el comportamiento humano y las modificaciones al entorno forestal, de acuerdo con el portal de noticias BBC.
Hasta el momento, nadie ha sido lastimado de gravedad, por lo cual las autoridades niponas recomiendan que cuando un macaco se acerque a ellos no verlos a los ojos, aparentar gran tamaño y retroceder lentamente sin hacer movimientos bruscos.
