Maduro destacó que hasta la tarde del lunes se habían supervisado más de dos mil comercios y 'solo en uno o quizás en otro, ha habido una actitud violenta'.
“¡Que no quede nada en los anaqueles!”, exclamó el pasado sábado el presidente Nicolás Maduro, y parece que los venezolanos se lo tomaron muy en serio.
Después de que el fin de semana el mandatario ordenó a los militares ocupar cadenas de tiendas en un esfuerzo por bajar los precios de electrodomésticos y otros productos (que han crecido a la par de la demanda de dólares en el mercado negro), ayer miles de compradores seguían en fila para aprovechar las gangas derivadas de la orden presidencial de que vendan a “precios justos”.
Y es que, en su intento por “prohibir” la inflación, el gobierno chavista acusó a las tiendas de aumentar injustificadamente los precios, por lo que ellos establecieron los nuevos.
“Tengan calma y confíen en el Gobierno”, instó ayer el mandatario a los cazadores de ofertas que seguían frente a los negocios de electrodomésticos.
“No hace falta irse a dormir a las puertas de ese negocio. Que nadie se desespere, que nadie caiga en la ansiedad”, afirmó el mandatario. Y agregó: “Así iremos bajando los precios en toda la economía hasta conseguir el equilibrio”.
Maduro destacó que hasta la tarde del lunes se habían supervisado más de dos mil comercios y “solo en uno o quizás en otro, ha habido una actitud violenta”.
Venezuela enfrenta una inflación galopante y dificultades graves de abastecimiento de algunos alimentos y productos básicos. El país registró una inflación de 5.1 por ciento en octubre y en los últimos 12 meses lleva un acumulado de 54.3 por ciento. (Fuente: AP)
