Canadá forma parte de los nueve países de la OTAN  que no han cumplido el compromiso de destinar el dos por ciento de su PIB en gasto de defensa. Foto: Especial

Canadá aumentará el gasto en defensa

El país norteamericano busca complir con sus compromisos con la OTAN en un momento de reconfiguración en el que los aliados europeos elevan su gasto militar tras la crisis en el continente

Como miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), aunque Canadá está comprometida a disponer del dos por ciento de su PIB en gasto de defensa, nunca ha cumplido con esa meta, hasta ahora.

Presionado por Estados Unidos, el principal patrocinador de la alianza militar, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció al final de la pasada reunión de la OTAN que su país aumentaría el gasto en defensa del 1.4 por ciento que actualmente destina, al 1.76 por ciento para 2030; sin embargo, la economía canadiense puede no resistir la presión.

Desde su llegada al poder en 2015, Trudeau había prometido un aumento en el gasto militar; sin embargo esta es la primera vez que el mandatario canadiense fija una fecha en la cual alcanzar sus compromisos con la alianza militar: 2032, año que el primer ministro visualiza que su país podrá disponer del dos por ciento comprometido con la OTAN.

Tras la invasión a Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022, los miembros europeos de la organización militar han comenzado a cumplir con sus obligaciones de gasto. En 2015, mientras que solo 11 países alcanzaban el mínimo requerido, actualmente 23 de los 32 Estados de la alianza cumplen con la meta del dos por ciento.

De acuerdo con estimados de la OTAN, este 2024 Polonia y Estonia, países anteriormente bajo la influencia soviética, serán los mayores contribuyentes al tratado en términos de porcentaje de PIB al aportar el 4.12 y el 3.43 por ciento respectivamente.

¿Cuánto dinero aporta Canadá a la OTAN?

Pese a que Canadá y los miembros europeos de la OTAN han comenzado a aumentar su gasto en defensa, Estados Unidos continúa siendo quien aporta los mayores recursos a la alianza. Con el 3.38 por ciento de su PIB dedicado a defensa, Washington aporta 967 mil millones de dólares del gasto a la alianza atlántica.

Con una proporción tan grande sobre Estados Unidos, congresistas de ese país habían presionado al primer ministro canadiense para unirse a la lista de naciones en cumplir sus compromisos con la alianza. En defensa de su país, Trudeau argumentó que Canadá siempre ha apoyado las iniciativas de la OTAN, aunque apuntó que “nos siempre se refleja en los cálculos matemáticos a los que ciertas personas acuden rápidamente”.

El mandatario canadiense señaló que su país administra los recursos de manera que aporte automáticamente a la seguridad conjunta y no solo alcance una meta contable.

Desde 2014, todos los miembros de la organización están comprometidos a designar el 20 por ciento de su gasto en defensa a la adquisición y desarrollo de equipo militar; sin embargo, en el ejercicio de 2024 Canadá es uno de los dos países que no ha cumplido con esa meta al gastar solo el 18.60 por ciento de su presupuesto de defensa en este rubro.

En opinión de la doctora Ana Luisa Trujillo, internacionalista del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM y especialista en seguridad europea, si bien los países tienen la encomienda de aumentar la adquisición de equipo militar, esa no es la única forma de mantener seguros a los países que son partes del tratado, especialmente cuando se tiene que hacer más con menos debido a los otros compromisos de las naciones.

“Ha cambiado la perspectiva de los países, en especial los europeos, en torno a la seguridad. A principios de siglo, este tema pasaba por una visión multidimensional, pues se atendían no solo aspectos militares sino también la descomposición de los Estados, la proliferación de las armas nucleares, e incluso las pandemias, que ahora sabes son una cuestión trascendental. Pese a que no es todo, el tema militar es muy atractivo en términos discursivos al momento de pensar en la seguridad de un país (…) Por eso los presupuestos de seguridad tienen que pasar por la defensa, pero tienen que considerar otros aspectos”, señala la académica

¿Puede Canadá aumentar el gasto militar?

A pesar de las promesas del primer ministro Trudeu, economistas y opositores se encuentran escépticos ante la capacidad canadiense de alcanzar los compromisos en el tiempo que ha dispuesto el mandatario.

Durante los dos mandatos del mandatario, el gasto público ha aumentado significativamente y aunque actualmente la mayoría del presupuesto canadiense se dedica a programas de salud y servicios sociales, el incremento en el gasto se ha financiado con deuda, la cual pasó de representar el 31 por ciento de su PIB en 2015 al 42 por ciento en 2024.

Para la doctora Trujillo, los países de la alianza tendrán que tomar la decisión de balancear las prioridades y decidir si aumentar su gasto en defensa es la opción adecuada para cada Estado.

“Cada país tiene la encomienda de aumentar el presupuesto de acuerdo a los compromisos contraídos; sin embargo, cada uno lo hará a la velocidad que se lo permitan sus finanzas. La guerra en Ucrania ha detonado la necesidad de la alianza de volver al rearme, sobre todo si se espera el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, y es un periodo de cambio importante debido a que Europa ya no tiene la certeza de contar con la protección de Estados Unidos; entonces, el presupuesto en defensa sí es prioritario en las agendas”, señala la especialista.

Economistas apuntan que aumentar el gasto en defensa para alcanzar los compromisos con la OTAN significaría tomar decisiones impopulares en un momento en el que el partido de Trudeau no se encuentra en su mejor momento. Aumentar la deuda, elevar impuestos o implementar recortes para alcanzar el porcentaje faltante en el gasto militar, implicaría enfrentar las elecciones de 2025 con un golpe a la popularidad del Partido Liberal.

Ante ese contexto, Canadá se encuentra en una encrucijada entre sus compromisos internacionales y la realidad de sus finanzas; sin embargo, la doctora Trujillo señala que tras 75 años de la OTAN, la alianza también se encuentra en un momento coyuntural

“Este es un momento de redefinición, no de las amenazas que son muy claras en tanto al espacio territorial y las amenazas cibernéticas o de naturaleza híbrida. La posición con Rusia tendrá que ser replanteada, sobre todo asumiendo que llega Trump al poder, (se debe) buscar retomar las discusiones o los mecanismos de diálogo. Los miembros tendrán que definir sus intereses en relación a la OTAN, pues es la alianza más importante con la que cuentan”, finaliza la especialista.