Brasil se encamina a las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre. Aunque esta semana se inscribieron 13 candidatos con identidades públicas fuertes, cinco aspirantes son los que tienen más posibilidades para suceder al actual mandatario Michel Temer.
Luiz Inácio Lula da Silva, Jair Bolsonaro, Marina Silva, Ciro Gomes y Geraldo Alckmin son los candidatos que lideran las encuestas. Todos representan diferentes sectores de la población brasileña y posturas ideológicas distintas.
“Brasil es un país muy grande, heterogéneo y con una población numerosa. Los candidatos representan la proporción de la población y la historia de la política brasileña de la década pasada”, afirma Marcos Marín Amezcua, analista político.
El también profesor en la Universidad La Salle agrega que las elecciones serán un proceso interesante porque los brasileños están desencantados de la política por las acusaciones de corrupción a funcionarios. Entre esos casos ilícitos se encuentra Operación Lava Jato, una de las investigaciones con más procesados en América Latina.
Además, Marín Amezcua advierte que los comicios presidenciales de Brasil son importantes para México porque las economías de los dos países están relacionadas.
“No podemos ver las elecciones brasileñas como algo ajeno porque lo que se decida afecta al comercio exterior mexicano”, argumenta Marín Amezcua.
Luiz Inácio Lula da Silva
Partido de los Trabajadores (PT)
Lula fue registrado por el Partido de los Trabajadores pese a que cumple una sentencia de 12 años de cárcel por corrupción y procesos vinculados a sobornos. El exmandatario está en prisión desde abril, pero aún lidera todas las encuestas electorales.
“Lula fue un presidente popular y exitoso, pero ahora el tema de la prisión lo hunde. Cuando te persiguen problemas legales difícilmente se gana, lo vimos con Hillary Clinton y Ricardo Anaya. Siempre hay un electorado reacio a conceder otra oportunidad cuando ya se tiene un proceso legal”, afirma Marín Amezcua.
El expresidente gobernó Brasil durante dos períodos y dejó el cargo con un índice del 87 por ciento de aprobación gracias a sus mejoras en la economía y programas sociales que sacaron a millones de brasileños de la pobreza, no obstante, su popularidad se vio afectada por las acusaciones de corrupción.
Por otra parte, la postulación del líder izquierdista puede ser invalidada porque la Ley de Ficha Limpia excluye de las elecciones a los condenados en segunda instancia, como es su caso.
La candidatura de Lula no estará inhabilitada hasta que el Tribunal Superior Electoral se pronuncie sobre su situación el 17 de septiembre.
Jair Bolsonaro
Partido Social Liberal (PSL)
Bolsonaro tiene 63 años y lleva casi 28 en la Cámara de Diputados. El excapitán del Ejército brasileño representa a la ultraderecha en estos comicios. Se presenta como el político de la anticorrupción y promete el retorno a los valores tradicionales de la familia heterosexual.
Asegura que en su gobierno la mitad de los ministerios serán dirigidos por militares por ser “los únicos libres de corrupción” y defiende la pena de muerte y la castración química.
Además, el candidato ha defendido públicamente la utilización de métodos de tortura.
“Tiene oportunidades de ganar si crea un discurso interesante y una propuesta que logre diferenciarse de Lula”, señala Marín Amezcua.
El analista político añade que considera que este candidato tiene muchas posibilidades de ganar por el descontento de los ciudadanos brasileños ante el gobierno de Temer.
“El presidente que va salir no es popular y el candidato podría aprovechar eso para crear una propuesta diferenciada, una propuesta nueva”, explica el profesor.
Marina Silva
Red Sustentabilidad (Rede)
Silva tiene 60 años y es la única candidata mujer que se encuentra hasta arriba en las encuestas. Fue concejal, diputada y senadora.
Después de ese periodo y siempre con la carrera ligada a las causas ambientalistas, Silva fue nombrada ministra de Medio Ambiente en la gestión de Lula.
“Puede ser una candidata importante porque en Brasil el tema ecológico pesa. Es un asunto que tiene que ver mucho con el estilo de vida y la preservación de la Amazonia, pero que no empieza ni acaba ahí. En ese sentido puede ser una agenda llamativa para los electores”, señala Marín Amezcua.
No obstante, el analista político señala que la candidata no destacará durante las campañas sólo por representar a las mujeres porque, advierte, algunos brasileños están decepcionados de la administración de la expresidenta Dilma Rousseff, quien fue acusada de violar normas fiscales.
“No va a poder jugar la carta de la mujer porque ya la jugó Dilma y no acabó bien su gobierno”, opina el analista.
Geraldo Alckmin
Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB)
Alckmin tiene 64 años, es médico y uno de los fundadores de su partido. Inició su carrera política como concejal y ya gobernó el estado de São Paulo en cuatro ocasiones.
Esta es la segunda vez que compite por la presidencia. En la primera, en 2006, perdió ante Lula en la segunda vuelta.
En la actualidad, cuenta con el apoyo de las principales federaciones industriales y de empresarios. Tiene un discurso en el que pelea por atraer a los votantes de centro.
“Un país dividido no va a generar empleo, no va a atraer inversiones. Necesitamos un esfuerzo conciliador”, dijo el candidato. eldiscursos.
Ciro Gomes
Partido Laborista Democrático (PDT)
Ciro Gomes tiene 60 años y es exalcalde de Fortaleza y exgobernador de Ceará. Compite por la presidencia por tercera vez, ahora por el PDT. En las otras dos elecciones él estaba afiliado al PPS.
Cuando fue alcalde y gobernador concluyó sus mandatos con altos índices de aprobación y fue nombrado ministro de Hacienda en el gobierno de Itamar Franco, después de que su antecesor Fernando Henrique Cardoso lanzó el Plan Real. Ciro volvió al Ejecutivo federal como ministro de gestión Lula, cuando fue elegido para la cartera de Integración Nacional.