27%
"Si todos los latinos votaran quizá Texas estaría ahora en una posición de ser demócrata, pero un gran número de latinos demócratas aún no se registra"
"Podría influir si logra ser procesado y se le prueban los cargos de abuso de poder al gobernador Perry. La acusación cayó muy bien en tiempo y forma"
Es el bastión republicano, el ícono de la cultura de las armas y el hogar del expresidente George W. Bush.
Pese a este panorama, la demócrata Wendy Davis busca cambiar el rumbo de Texas en las próximas elecciones a gobernador en noviembre, cuando podría terminar con casi dos décadas de poderío republicano.
La última encuesta de Rasmussen Reports muestra que Davis tiene 40 por ciento de la intención de voto, mientras que su rival, el republicano Greg Abbot, cuenta con 48 por ciento.
La senadora Davis alcanzó fama internacional el año pasado, cuando habló de pie durante 11 horas seguidas ante el Congreso estatal para bloquear una ley republicana antiaborto.
Especialistas entrevistados por Reporte Indigo coinciden en que el voto de los hispanos le daría la victoria a la demócrata, a pesar de que aún está por debajo de Abbot en las encuestas.
Además, indican, Wendy ganaría ventaja ante los problemas del actual gobernador, Rick Perry, a quien le imputaron cargos por abuso de poder.
Sin embargo, advierten, para los demócratas es un reto convencer a los latinos en Texas, pues suelen ser más apáticos e identificarse más con los republicanos que en el resto del país.
Hispanos: apáticos y conservadores
Un reciente sondeo de Gallup muestra que 27 por ciento de los latinos en Texas se identifican con los republicanos, seis puntos porcentuales más que la media nacional.
En contraste, 46 por ciento de los hispanos prefieren a los demócratas, cinco puntos porcentuales menos que el promedio del resto de Estados Unidos (EU).
Sergio García, investigador de la asociación Latino Decisions, expone que esto se debe a dos razones: a que los hispanos se identifican con los valores cristianos de los republicanos y a que los latinos en Texas tienen una historia diferente a los de otras entidades.
“Muchos de los que están ahí en Texas no son migrantes, lo que dicen ellos es que ellos no cruzaron la línea, sino que la línea los cruzó a ellos, entonces ellos son latinos que tienen ya muchísimos años viviendo ahí”, explica García en entrevista.
“Algunos de los temas que son muy sobresalientes para los latinos, que los hacen ser demócratas, principalmente la migración, no les son tan llamativos a muchos de estos latinos de generación muy atrás”.
Aunado a esto, señala el politólogo, los hispanos en Texas suelen ser apáticos, pues solo 43 por ciento de ellos reportan estar registrados para votar, aunque representan el 38 por ciento de la población del estado, según Gallup.
“Si todos los latinos votaran quizá Texas estaría ahora en una posición de ser demócrata, pero un gran número de latinos demócratas aún no se registra a votar, porque no cumplen la edad o por los requisitos de ciudadanía”, describe.
“El reto de muchas organizaciones que tratan de sacar a los latinos a votar, no es tanto que vayan a votar, sino primero que se registren”.
Error de Perry, oportunidad de Wendy
La senadora Davis podría aprovechar el escándalo legal de Rick Perry, acusado de abuso de poder por presuntamente amenazar a una funcionaria pública con quitarle recursos estatales a su dependencia.
Yolanda González Gómez, periodista mexicana que vive en Texas, considera que sí habrá repercusiones.
“Por supuesto que podría influir si logra ser procesado y se le prueban los cargos de abuso de poder al gobernador Perry”, asevera, “sobre todo el escándalo podría deshacer sus aspiraciones presidenciales nuevamente para el 2016.
“La acusación cayó muy bien en tiempo y forma entre los círculos demócratas. Y entre los republicanos podría repercutir si se comprueba que Perry infringió la ley”.
Ese no es el único problema en Texas con el que acarrea el republicano, añade González Gómez, quien tiene 20 años de experiencia y colabora en medios como The Huffington Post.
“(Están) la constante difusión de sus problemas de migración, muerte masiva de migrantes en sus planicies, el penúltimo índice de educación más bajo en EU, corrupción, proliferación de grupos organizados ultraconservadores y milicias armadas, la imparable ejecución de la pena de muerte”, ejemplifica.
Pero, aunque cree que sí tiene probabilidades de vencer, la periodista cree que a Davis le falta una campaña más atractiva.
“Texas es un complejo ‘campo de batalla’ político”, dice.
“Incluso, algunos analistas creen que será muy difícil el triunfo demócrata en un estado tan sólidamente republicano y conservador”.
