Caldera racial

Ser negro no es un crimen” se podía leer en algunas pancartas de los manifestantes que coparon las calles de distintas ciudades de Estados Unidos.

La razón: un jurado del estado de Florida absolvió este sábado a George Zimmerman, un vigilante acusado matar de un disparo al adolescente de origen afroamericano Trayvon Martin, en 2012.

Zimmerman negó el crimen y argumentó que lo hizo en defensa propia, aunque el caso, convertido en una bomba mediática, ha sido confuso desde el inicio.

Jorge Mireles Jorge Mireles Publicado el
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"Sé que este caso ha encendido los ánimos y que a la luz del veredicto, esas emociones pueden intensificarse. Pero somos una nación en la que imperan las leyes”
Barack ObamaPresidente de Estados Unidos
El presidente Barack Obama calificó el hecho como una tragedia, pero pidió a la gente que respete el fallo del jurado de Florida
Zimmerman alega que Martin lo atacó en varias ocasiones, aunque el joven no estaba armado 

Ser negro no es un crimen” se podía leer en algunas pancartas de los manifestantes que coparon las calles de distintas ciudades de Estados Unidos.

La razón: un jurado del estado de Florida absolvió este sábado a George Zimmerman, un vigilante acusado matar de un disparo al adolescente de origen afroamericano Trayvon Martin, en 2012.

Zimmerman negó el crimen y argumentó que lo hizo en defensa propia, aunque el caso, convertido en una bomba mediática, ha sido confuso desde el inicio.

Desde que se dio a conocer la decisión del tribunal, los protestantes clamaron que se haga justicia en lo que consideran fue un crimen racial.

La Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Raza Negra (NAACP, por sus siglas en inglés) pidió que se encause a Zimmerman por violación de los derechos civiles, publicó la agencia de noticias The Associated Press.

El caso alcanzó las esferas más altas de gobierno norteamericano. El presidente Barack Obama se refirió a lo sucedido como una “tragedia” durante un efusivo y personal mensaje, un hecho inusual para un mandatario estadounidense.

Por su parte, el secretario de Justicia Eric Holder indicó que su departamento seguirá “los hechos y la ley” a fin de revisar las evidencias para determinar si corresponde presentar cargos penales federales.

No obstante, ambas autoridades pidieron a la población acatar el fallo del jurado estatal.

“Sé que este caso ha encendido los ánimos y que a la luz del veredicto, esas emociones pueden intensificarse. Pero somos una nación en la que imperan las leyes y un jurado se ha pronunciado”, dijo Obama un día después de saber la decisión de la corte.

Asimismo, Holder argumentó que las autoridades están “conscientes del dolor que se siente” por “una muerte trágica” pero que el funesto episodio “ofrece una nueva oportunidad para que nuestra nación debata con franqueza las cuestiones complicadas y cargadas de emociones” que ello implica.

A pesar de la absolución, es posible que el Departamento de Justicia presente cargos federales contra Zimmerman.

Una mirada al caso

El 26 de febrero de 2012, George Zimmerman fue arrestado después de que autoridades lo encontraron ensangrentado, armado y cerca del cadáver del joven Trayvon Martin, de 17 años, en Twin Lake, una comunidad multicultural cercada situada en Sanford, Florida.

Los residentes de Twin Lake, cansados de los constanes atracos a sus hogares, eligieron a Zimmerman como el vigilante del lugar en septiembre de 2011.

Meses después, en esa fatídica noche de invierno, el hombre hoy absuelto por la justicia de EU se encontraba estacionado en su camioneta.

Aproximadamente a las 19:30 horas llamó al teléfono de emergencias para reportar a un joven de raza negra que con actitud sospechosa caminaba bajo la lluvia.

Después de describirle la situación al operador, George Zimmerman, de origen peruano-americano, bajó de su vehículo y decidió perseguir a Martin.

Trayvon Martin llegó a Sanford de visita y se estaba hospedando en la casa del padre de la novia de su padre, residentes de Twin Lake.

El adolescente no tenía antecedentes criminales, no así Zimmerman, con un historial previo de violencia doméstica.

Debido a los diferentes testimonios que fueron presentados después del incidente, la forma en cómo se dio la disputa entre ambos hombres parece nebulosa. 

Unos testigos argumentaron que, efectivamente, Martin comenzó a golpear a Zimmerman en el suelo, mientras el vigilante gritaba por ayuda.

Otros dijeron haber escuchado el disparo y que posteriormente vieron al presunto homicida sin un rastro de sangre.

A la lista de testimonios se le sumó el de la persona con la que supuestamente el fallecido joven habría hablado por teléfono celular antes de morir.

Se trató de una amiga de la infancia de Trayvon Martin a quien le contó durante la llamada que un hombre lo observaba de manera intimidante dentro de su automóvil mientras hablaba por teléfono.

De la manera que hubiera sido, Martin terminó muerto con un disparo en el pecho, infligido a unos cuantos centímetros de distancia, de acuerdo a la autopsia.

Por último, George Zimmerman dijo en su versión que Trayvon Martin comenzó a golpearlo y que, tras forcejear, le disparó en defensa propia.

Ahora, el infortunado incidente parece estar en manos del juicio público, en especial entre quienes reclaman una conclusión diferente de las autoridades.

Dèjá vu en Los Ángeles

La ciudad californiana de Los Ángeles pareciera estar experimentando un capítulo ya vivido en su historia.

Las protestas que se desataron a raíz de la absolución de George Zimmerman se asemejan a los disturbios iniciados un año después del ataque a Rodney King por parte de un grupo de policías.

En 1991, King, de origen afroamericano, fue sacado de su automóvil en una calle de Los Ángeles y golpeado en más de 50 ocasiones por cinco oficiales de raza blanca, situación que fue videograbada por un vecino del lugar.

El hombre estuvo a punto de morir y quedó con daño cerebral permamente. Los agresores fueron liberados por un jurado en 1992, lo que desató a las pocas horas una oleada de violencia.

El saldo final fue de 2 mil personas heridas, 50 muertos, más de mil 100 edficios atacados, 3 mil incendios iniciados a propósito y daños materiales tasados en más de mil millones de dólares.

Ahora, las autoridades de California buscan frenar la erupción social que ha provocado una ola de actos de vandalismo.

Hasta el momento, la policía de Los Ángeles reporta 14 detenidos, principalmente por daños a propiedad privada y por robo.

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