Calais: el infierno Europeo

A 6 meses de las próximas elecciones en Francia, el presidente Francois Hollande ha decidido terminar con una mancha negra en su política migratoria.

El pasado 24 de septiembre, Hollande anunció el cierre definitivo de la “Jungla” de Calais, el mayor campo improvisado de refugiados que ahora buscan asilo en Europa.

“Francia no será un país de campos de refugiados”, indicó el mandatario al dar la orden inédita en el país.

Esta semana finalmente los cerca de 8 mil refugiados que vivían en condiciones miserables y de anarquía fueron evacuados para ser repatriados a los 280 refugios ubicados en varias ciudades de Francia.

Más de 700 periodistas de todo el mundo se dieron cita para transmitir la evacuación de la llamada “Jungla” desde la madrugada del lunes 24 de octubre, que deberá prolongarse toda la semana bajo 

la vigilancia de la policía francesa.

Los menores serán sometidos a un tratamiento especial: París demanda a Londres que acepte a aquellos que quieran unirse a sus parientes del otro lado del Canal de la Mancha. El resto será destinado a hacer valer su derecho de asilo político en los lugares en donde residirán.

Una vez evacuados, las autoridades se comprometen a evitar la reconstitución de campamentos “salvajes” alrededor de Calais.

Esta decisión de vaciar el campamento se da en un momento en que el presidente de Francia enfrenta la peor crisis de impopularidad.

Las encuestas detallan que Hollande cuenta con tan solo el 4 por ciento de aceptación, lo que supone la calificación más baja jamás dada a la investidura presidencial del país.

Hollande cumplió su promesa de campaña de cerrar el campo de refugiados, pero lo hizo en medio de la huelga de la Policía y una candidatura de reelección que tambalea en el seno de su partido.

Laurent Wauquiez, presidente del Consejo Regional de Auvergne-Rhône-Alpes y miembro del partido conservador Los Republicanos calificó la acción del mandatario como una locura.

“Es una locura, vamos a multiplicar ‘los Calais’ por toda Francia”, criticó.

El discurso fue repetido por Valérie Pécresse, su homologa en Ile-de-France.

“Estamos creando potenciales mini-Calais en Ile-de-France y esto es inaceptable”, detalló.

‘De Jungla a Zoológico’

La travesía de la Mancha sigue siendo una necesidad para muchos refugiados. Miles de personas han tratado de alcanzar el Reino Unido corriendo todos los riesgos mortales.  Estos intentos han dado como resultado miles de muertes.

La historia de la “Jungla” de Calais está escrita. 

Era un lugar de violencia y drama para  miles de personas que venían huyendo de la violencia y el drama.

Pero también se convirtió en un lugar de devoción militante que evidenció el fracaso del Estado.

Después de meses, el principal error de política migratoria aplicada a la cuestión de estos refugiados consistió en bautizar a su lugar de residencia como “Jungla” en lugar de llamarlo por su nombre: barrio marginal; y sumado a esto, el nombrar a quienes lo ocupan “migrantes” y no “refugiados”, por no otorgarles un mayor status.

Al llamar a este campamento improvisado una “jungla” se brutalizó a sus ocupantes, acreditando la idea de que ellos no tienen que vivir como hombres porque no son del todo humanos.

Eso puso de manifiesto la incapacidad de Francia para gestionar la crisis migratoria y proporcionar una vivienda segura a esta población en peligro.

 Calais fue ante todo un lugar de experimentación y de auto organización.

Pero para muchos refugiados –afganos, somalíes, eritreos, sudaneses, sirios, iraquíes- puede ser que, debido al Brexit, el Reino Unido ya no sea ese imán que fue durante años por la flexibilidad de su mercado laboral, y su reputación de apertura y universalidad.

Las últimas horas de la ‘Jungla’

En la niebla espesa, las excavadoras recogen los escombros dejados por las chozas vacías. Aunque la operación se ha visto obstaculizada por varios incendios que estallaron desde el mediodía de ayer en varias áreas liberando gruesas humaredas negras visibles desde el puerto de Calais.

Los autobuses comenzaron a salir de Calais cada 15 minutos en dirección a los 280 centros de acogida y orientación que están distribuidos en todo el territorio francés y que ofrecen alrededor de 12 mil plazas de alojamiento, desde donde los migrantes podrán formalizar la solicitud de asilo.

Son entre 6 mil 400 y 8 mil 200 inmigrantes los que el Estado francés tomará bajo su custodia: un enorme esfuerzo logístico que inmediatamente suscita dudas acerca de los efectos a largo plazo de esta evacuación.

Para estos sudaneses, sirios y afganos que dejan Calais, su distribución es como una lotería. En un mapa, los migrantes deben elegir dos áreas a las que desean viajar. Y la gran mayoría de ellos, obviamente, no sabe nada de Borgoña o de Bretaña, pero hay que elegir. 

Y así, en apenas tres días, más de 5 mil personas han recibido el abrigo de los centros de acogida y mil 200 menores fueron enviados a centros de atención provisional.

Los más vulnerables

Sin embargo, antes de desmontar, el Ministerio del Interior nombró a 6 mil 486 hombres, mujeres y niños presentes en la “Jungla”, lo que sugiere que miles de personas no han sido apoyadas por el Estado.

En ese sentido, las autoridades, que confían resolver el problema de forma permanente destruyendo el campamento, podrían estarse haciendo “ilusiones”, como sugiere la prensa francesa.

Pues lo cierto es que también está la cuestión de los menores refugiados que permanecerán en la ciudad de Calais esperando partir a Reino Unido para reunirse con sus padres, así como los ocupantes de la “Jungla” que no pierden la esperanza de cruzar el Canal de la Mancha.

Y es que, el compromiso entre ambos países de encontrar soluciones urgentes para los cientos de niños refugiados y migrantes en Calais languidece, expresó en un comunicado Marie-Pierre Poirier, Coordinadora Especial de UNICEF para la crisis de los refugiados y los inmigrantes en Europa.