Brasil gira a la derecha

El plan de gobierno de Bolsonaro incluye ideas de derecha como armar a los ciudadanos, privatizar las empresas estatales, militarizar la educación y prohibir las ideas progresistas en las escuelas
Mariana Recamier Mariana Recamier Publicado el
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Brasil inició su camino hacia la derecha. El gigante de América Latina eligió por primera vez en este siglo a un presidente ajeno a la izquierda. Jair Bolsonaro, un exmilitar con ideas conservadoras se convirtió el domingo en el nuevo mandatario de Brasil tras obtener el 55.2 por ciento de los votos en la segunda vuelta de las elecciones.

Aún existe mucha incertidumbre sobre el rumbo que tomará el país sudamericano a partir del jefe de Estado electo, pero las propuestas del político de ultraderecha durante el periodo de campañas ofrecen una idea de la dirección que seguirá la potencia de Latinoamérica.

El proyecto de gobierno de Bolsonaro tiene carácter neoliberal en lo económico, sin embargo, algunas de sus iniciativas parten del conservadurismo cristiano y la nostalgia por el orden militar.

La privatización de empresas estatales puede revertir los avances del PT

“Es un plan de gobierno cien por ciento neoliberal, pero de un neoliberalismo fundamentalista del siglo pasado. En la parte de los programas sociales hay posturas de ultraderecha y conservadoras en el sentido de estar en contra del aborto y los derechos de las minorías”, explica Eduardo Rosales Herrera, internacionalista y profesor de la FES Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Las propuestas de Bolsonaro son un reflejo de su vida personal. Él es religioso y quiere el regreso de los valores tradicionales contrarios a posturas progresistas o liberales contemporáneas.

“Lo que más quiero es seguir los lineamientos de Dios. Tenemos todo para ser una gran nación. Tenemos condiciones de gobernabilidad; todos los compromisos serán cumplidos”, dijo el presidente electo en su primer discurso después de ganar las elecciones.

El político de ultraderecha también es un exmilitar que defiende la dictadura. Siente nostalgia por el orden que impusieron los sistemas autoritarios en Brasil y pretende regresar a esos tiempos a partir de sus propuestas de gobierno.

“Siente añoranza por el autoritarismo y tiene posturas antidemocráticas, entonces durante su gobierno se darán políticas de esa naturaleza”
Eduardo Rosales HerreraInternacionalista

La nostalgia por el orden militar y sus ideas conservadoras son la tinta que dibuja su programa de gobierno. En esa línea, sus iniciativas más controversiales están relacionadas con la seguridad.

El frente político al que pertenece, Partido Social Liberal (PSL), propone una reforma en el Estatuto de Desarme que pone límites a los ciudadanos para portar un arma.

El PSL defiende que las armas de fuego son objetos neutrales que pueden usarse para matar o para salvar vidas. En el mismo sentido, Bolsonaro señala en su programa de gobierno que cada ciudadano debe tener derecho a portar un arma y defenderse.

El presidente electo también quiere reforzar el poder de las Fuerzas Armadas y proteger legalmente tanto a los policías que maten a criminales como a las personas que asesinen a quienes invaden sus propiedades.

Sin embargo, esta serie de iniciativas pueden aumentar las ejecuciones extrajudiciales o generar un descontrol con la posesión de armas como sucede en Estados Unidos.

“La retórica de Bolsonaro y la despenalización de las armas disparará otras violencias como los asesinatos extrajudiciales”
Juan Pablo GaliciaAnalista político

Privatizar las empresas estatales

El plan de gobierno también incluye una serie de propuestas económicas para acabar con el déficit y dejar la inflación en un 4.5 por ciento, como recomienda el Banco Central Brasileño. Para lograr esto pretende privatizar las empresas estatales.

“La privatización tal vez sea recibida de manera positiva por los mercados y los inversionistas porque es un signo de que el Estado deja de intervenir en la economía”, expresa Galicia. No obstante, el especialista acota que la privatización de empresas como la industria constructora puede provocar que ya no se desarrollen viviendas para quienes no tienen recursos para construir una casa. Entregar las empresas públicas al sector privado puede generar que sólo las personas con ingresos puedan pagar un techo.

En el mismo sentido, la venta de las empresas puede revertir muchos de los avances sociales que lograron los programas del Partido de los Trabajadores en la última década.

La educación es otro tema eje para la transformación que planea Bolsonaro. El capitán retirado quiere militarizar la enseñanza mediante la creación de colegios militares en las ciudades principales de Brasil.

Bolsonaro quiere legitimar su gobierno con educación militar

También planea modificar los planes de estudio para agregar materias que existían en los tiempos de la dictadura militar, tales como Organización Social y Política Brasileña y Educación Moral y Cívica. Además, quiere prohibir la educación sexual y la enseñanza de ideas que considera progresistas, tales como igualdad de género y raza.

“No dar educación sexual y colocar la educación militar al centro no está desprovisto de una carga ideológica. La intención es construir la legitimidad del discurso del nuevo régimen”, argumenta Galicia.

En el mismo sentido, el internacionalista Rosales Herrera dice que Bolsonaro puede implementar una reforma educativa para restablecer los valores de la ultraderecha que añora.

“Con los tintes fascistoides de Bolsonaro no me extrañaría que se hiciera una especie de reforma educativa para restablecer los valores de la ultraderecha”, asegura el profesor.

Entre otras de las propuestas de Bolsonaro se encuentra no regresar u otorgar territorios a comunidades indígenas porque considera que esos lugares se pueden convertir en territorios independientes dentro de Brasil.

También durante la crisis migratoria que se vivió en la frontera entre Brasil y Venezuela en agosto, el presidente electo propuso crear campos de refugiados para venezolanos.

Los especialistas coinciden que el nuevo mandatario de Brasil puede cumplir todos los puntos de su proyecto de gobierno porque tiene el apoyo de otros partidos conservadores. Además, el jefe de Estado electo se siente motivado y cobijado porque ve el reflejo de sus ideas en otros países con gobiernos de ultraderecha.

“El contexto internacional es propicio a Bolsonaro para hacer cualquier redireccionamiento de la política interna y externa de Brasil porque desde Asia hasta Europa hay políticos con estas posturas ultranacionalistas”, concluye Rosales Herrera.

Los hombres de Bolsonaro

El presidente electo de Brasil Jair Bolsonaro tendrá un gabinete integrado por militares con poca experiencia política. El equipo del mandatario de ultraderecha estará compuesto por generales en ministerios clave y un neoliberal al frente de la economía.

Bolsonaro tendrá un gobierno más reducido que otros presidentes. El político de derecha anticipó que disminuirá de 29 a 15 el número de ministerios para poder ahorrar en gasto público. Además, su equipo incluiría a cuatro o cinco generales, según Gustavo Bebianno, presidente del Partido Social Liberal (PSL) y posible ministro de Justicia.

Hasta ahora sólo aparecen hombres entre los integrantes del gabinete. La mayoría son miembros del ejército que estudiaron en la misma academia que el nuevo jefe de Estado. Algunos comparten con él todas sus ideas, sin embargo, otros las califican como radicales.

Militares y un economista integran el equipo del presidente electo de Brasil. Algunos ministros virtuales consideran que las ideas del mandatario son radicales, pero otros siguen su línea de pensamiento

Como Bolsonaro, los ministros virtuales también son criticados por sus comentarios discriminatorios y por recordar con añoranza la dictadura militar.

El general controvertido

Hamilton Mourao

Vicepresidente

Antonio Hamilton Mourao es el vicepresidente electo de Brasil y un general retirado que destaca por sus comentarios racistas y su apología a la tortura.

Mourao nació en Porto Alegre, pero sus padres son originarios de la Amazonia y tienen raíces indígenas. Fue alumno e instructor de la Academia Militar de las Agujas Negras, también frecuentada por Bolsonaro.

Fue retirado del Comando Militar Sur por hacer apología a la actuación del coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, quien torturó a más de 500 personas durante la dictadura.

Mourao no está de acuerdo con todas las posturas del jefe de Estado electo y sus simpatizantes.

“Hay un cierto radicalismo en las ideas”, afirmó el militar. sobre el nuevo presidente de Brasil.

El economista neoliberal

Paulo Guedes

Ministro de Hacienda

El nuevo presidente confesó que no entiende mucho sobre economía, pero que para eso estará Paulo Guedes, un economista formado en el liberalismo de la Universidad de Chicago.

El economista asumirá el cargo titular en el ministerio de Hacienda, dependencia que incorporará Planificación, Industria y Comercio, además de la institución que en la actualidad se encarga de las concesiones y privatizaciones.

Entre sus propuestas, Guedes dijo que quiere controlar el gasto público y vender las empresas estatales para reactivar a un país que pasó por dos años de recesión.

Sin embargo, Bolsonaro quiere preservar las entidades estatales que considera estratégicas, tales como Petrobras, el Banco do Brasil y la Caixa Econômica.

El diputado veterinario

Onyx Lorenzoni

Jefe de Gabinete

Lorenzoni es un diputado federal que ocupará el cargo de jefe de gabinete en el nuevo gobierno. Coordinó la campaña del presidente electo desde 2017 y es conocido por sus iniciativas anticorrupción.

Es médico veterinario e inició su vida política como dirigente de entidades de ese rubro en Rio Grande do Sul. Es socio del Hospital Veterinario Lorenzoni donde trabajó como cirujano de animales por más de 20 años.

Durante dos mandatos ejerció como diputado estatal y en 2003 llegó la Cámara de Diputados Federal, donde conoció al jefe de Estado electo.

“Es un poco radical, tiene algunas ideas con las que estoy en desacuerdo, pero es una persona que respeto”, dijo el próximo jefe de gabinete en una entrevista en abril de 2017.

La línea de defensa

Augusto Heleno

Ministro de Defensa

El general Augusto Heleno Ribeiro asumirá el mando del Ministerio de Defensa. Se formó en la Academia Militar de las Agujas Negras ocho años antes que Bolsonaro.

En 2007, Ribeiro cubrió el Comando Militar de la Amazonía (CMA), uno de los puestos más prestigiosos del Ejército, pero un año después fue removido tras describir como caótica la política indigenista del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

“Las demandas de tierras indígenas se basan en informes antropológicos falsos. Los indios siguen abandonados y sirven como excusa para los intereses de organizaciones extranjeras”, afirmó en una entrevista cuando ya estaba retirado.

Es consejero de Bolsonaro en el área de seguridad y también defiende que los policías tengan poder para ejecutar a criminales armados.

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