El museo de “Ego” Morales

Evo Morales no pudo resisitir la tentación. Ante la posibilidad de que por fin acabe su mandato en 2020 realizó una magna obra en honor a él mismo.

Un mausoleo con disfraz de museo. Egocentrismo con disfraz de herencia histórica.

El recinto que se ocupa de dignificar la trayectoria del primer presidente indígena de Bolivia tuvo una inversión de 7 millones de dólares. Es sin duda, en palabras de Wilma Alinoca, la Ministra de Cultura, el más grande de todo el país.

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periodos como presidente ha dirigido al país

Evo Morales no pudo resisitir la tentación. Ante la posibilidad de que por fin acabe su mandato en 2020 realizó una magna obra en honor a él mismo.

Un mausoleo con disfraz de museo. Egocentrismo con disfraz de herencia histórica.

El recinto que se ocupa de dignificar la trayectoria del primer presidente indígena de Bolivia tuvo una inversión de 7 millones de dólares. Es sin duda, en palabras de Wilma Alinoca, la Ministra de Cultura, el más grande de todo el país.

La obra está enclavada en la comunidad de Orinoca, que tiene apenas 900 habitantes. Honor a quien honor merece, pues de este pequeño pueblo es originario Morales.

Es una construcción modernista que contiene fotografías de Evo con mandatarios de otros países y todo lo relacionado a su trayectoria como líder indígena hasta su llegada al poder.

Hay imágenes del presidente jugando futbol y también están en exhibición las camisas de equipos de soccer que el colecciona. En otra sala se encuentra el clásico suéter a rayas rojas, azules y blancas que lo inmortilizara en sus primeros años como gobernante del pueblo boliviano.

Además, hay una colección de sombreros tradicionales y un charango –instrumento musical– con el rostro de Evo.

Una estatua de tamaño natural con la banda y medalla presidencial es uno de los objetos más llamativos y fue un regalo de Betty Zenteno, alcaldesa del municipio de Escara. Para darle el toque histórico reposan objetos del período colonial y precolonial del país, así como de la lucha que dieron los movimientos indígenas durante la colonia.

El objetivo de este museo, que además cuenta con un mirador y teatro al aire libre, es el impulso para que el turismo visite esa región.

La inauguración del Museo de la Revolución Democrática y Cultural de Orinoca, el pasado 2 de febrero, fue una emotiva ceremonia en la que Evo Morales derrochó unas lágrimas al prometer que seguiría trabajando por el pueblo boliviano.

La polémica no pudo esperar.La oposición en Bolivia ya advirtió que en el primer día de un gobierno distinto a Evo Morales se cerrará el museo.

El expresidente boliviano Jorge Quiroga aseguró que con este proyecto no se beneficia en nada a los grupos indígenas más necesitados.

“Los aimaras, los quechuas, los pobres, la gente que más sufre prefería, estoy seguro, tener educación, salud, agua potable y no un museo en un lugar distante que no es más que un museo a la vanidad personal del actual presidente”, condenó.

El presidente no parece escuchar con atención las críticas. Para él todo es parte del racismo en contra de los indígenas que prevalece en un sector de la política de Bolivia.

“Escuché a gente protestar por el museo; ellos siempre buscan ocultar y que no se sepa cuál es la lucha de nuestros pueblos milenarios”, defendió su proyecto.

No es el primer proyecto envuelto en polémica por considerarlo promoción a la figura de Evo. Un libro de poemas y un libro de cuentos infantiles, también con referencia a él, son algunos de los gastos en los últimos años.

La tentación del poder

Cuando concluya su tercer periodo al frente de la presidencia de Bolivia, en enero de 2020, Evo Morales habrá estado 14 años en el poder, sin embargo, esto no es suficiente para el primer mandatario indígena que ha tenido el país sudamericano. Evo está maniobrando políticamente para un nuevo periodo, el cual le permita gobernar la nación boliviana, por lo menos hasta el 2025.

Hace casi un año, el 21 de febrero de 2016 se celebró un referéndum, cuyo objetivo era la aprobación o rechazo de una reforma constitucional para permitir al presidente del Estado Boliviano postularse nuevamente al cargo.

El resultado fue cerrado, sin embargo, el proyecto constitucional fue rechazado con un 51 por ciento de los votos, contra un 49 que apoyaban los cambios. Esto fue un duro revés para las aspiraciones del presidente boliviano.

Además, una encuesta dada a conocer por el diario Página Siete a principios de 2017, muestra que 64 por ciento de la población está en contra de que Morales vuelva a presentarse a las urnas en 2019.

Sin embargo, el presidente boliviano ya está maniobrando para invalidar dicho referéndum e impulsar los cambios constitucionales que le permitan eternizarse en el cargo.

En 2005, se presentó por primera vez a los comicios, en donde obtuvo cerca del 54 por ciento de la votación, convirtiéndose en el primer presidente boliviano de origen indígena, y comenzó su primer periodo en enero de 2006.

En 2009, Evo buscó la reelección y ésta vez superó sus números obteniendo más del 64 por ciento de la votación, comenzando su segundo periodo en enero de 2010.

La Constitución de Bolivia, establece que los presidentes del país solo pueden ocupar el cargo por dos mandatos consecutivos, sin embargo, Evo presionó al Tribunal Constitucional para postularse a un tercer mandato en 2014, a pesar de que se había comprometido a no permanecer durante más de dos periodos.

En esos comicios, Evo ganó con más del 61 por ciento de las preferencias electorales, y arrancó su tercer mandato en enero de 2015, mismo que concluye en 2020.

Si Evo logra su cometido de modificar la Constitución, se presenta nuevamente a las urnas y gana las elecciones en 2019, estaría sumando su cuarto mandato, que hipotéticamente concluiría en 2025, 19 años después de que asumió el cargo.

Los bolivianos y Evo

33% se ha declarado a favor de otra reelección

64% rechaza una nueva reelección del presidente Evo Morales

12% argumentan otras razones para su rechazo

52% de quienes rechazan alega que Morales debe respetar el resultado del último referendo

21% tiene ‘mucha confianza’ en el mandatario

51% manifiesta tener ‘poca confianza’ en Morales

26% tiene ‘nada de confianza’

*Encuesta diario Página Siete

 

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