Dos incidentes de nueva cuenta pusieron sobre la mesa el tema de la niebla mental que padece el demócrata Joe Biden, quien busca un segundo término en la Casa Blanca, luego de que este nombrara a Kamala Harris como la “vicepresidenta Trump”.
El incidente no fue aislado, pues horas antes, Biden confundió al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, con el “presidente Putin”, error que también se consideró un traspié diplomático.
En rueda de prensa, Biden, de 82 años, aseguró que continuará con su campaña de reelección y que incluso los líderes de la OTAN le pidieron que permanezca en el cargo para vencer en las elecciones de noviembre al exmandatario republicano Donald Trump.
Lapsus con los nombres de líderes
La rueda de prensa empezó con mal pie. Biden venía de un acto de la cumbre de la OTAN en el que se había confundido y llamado por error “presidente Putin” al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, al presentarlo ante una audiencia. Enseguida se corrigió a sí mismo, pero el error tuvo impacto inmediato en los medios de comunicación.
En la rueda de prensa, nada más empezar, sufrió de nuevo un lapsus al llamar por error “Trump” a su vicepresidenta, Kamala Harris.
“No habría elegido a la vicepresidenta Trump como vicepresidenta si creyera que ella no estaba calificada para ser presidenta“, apuntó, tras una pregunta sobre si Harris estaría lista para ocupar la presidencia en caso de que fuera necesario.
Pese a su determinación, estos dos lapsus verbales, uno sucedido frente a los líderes de la OTAN y otro en su primera rueda de prensa en solitario desde noviembre, crearon fuertes especulaciones sobre su capacidad para gobernar otros cuatro años, hasta cumplir los 86 años.
“No he tenido ningún aliado europeo que se me acerque y me diga, Joe, no te postules. Lo que les escucho decir es, tienes que ganar”, afirmó Biden en la rueda de prensa durante el último día de la cumbre en Washington, el cual conmemoraba el 75 aniversario de la alianza.
La rueda de prensa, en la que 11 periodistas le hicieron preguntas, estuvo repleta de expectación, con todas las miradas puestas en cada carraspeo, cada tos y cada pausa de Biden, algo similar a lo que sucedió durante su actuación en el debate del 27 de junio contra Trump.
Biden está confiado de ganar
Pese a las críticas, Biden se mostró confiado en poder vencer a Trump e indicó que ya lo venció una vez y lo hará otra vez, al tiempo que consideró que no es “inusual” que haya dudas sobre su candidatura en este punto de la carrera presidencial.
Biden confesó que hay otros demócratas que también le pueden ganar a Trump en las elecciones, pero dijo que solo abandonaría la contienda si le dijeran que no hay manera de que pueda ganar.
El mandatario además intentó dejar claro que su deseo de seguir en la carrera presidencial no es por ambición, sino por sentido del deber y para completar el trabajo que comenzó, incluso si se tiene que enfrentar a sus propios compañeros de partido que le piden que dé paso a alguien más joven.
Trump se burló a Biden
Trump aprovechó enseguida estos dos errores para burlarse de Biden en una serie de publicaciones en Truth Social afirmó: “Qué gran trabajo, Joe“, como respuesta a un clip que muestra el momento en que Biden confundía a Harris con Trump. “El corrupto de Joe tiene un caso grave del síndrome del trastorno Trump”, añadió.
Más allá de esos errores, la rueda de prensa, que duró 59 minutos, fue similar a otras con elaboradas respuestas sobre política exterior, metiéndose en detalles y contando anécdotas ya conocidas, como la larga relación personal que tiene con el presidente chino, Xi Jinping, al que conoció cuando era vicepresidente con Barack Obama.
Vale mencionar que Biden usó teleprompter para dar las declaraciones iniciales que hizo sobre la OTAN, pero luego improvisó para responder a las preguntas de los periodistas. Todos los que pudieron preguntar a Biden habían recibido antes un aviso de la Casa Blanca y el propio presidente mostró en la rueda de prensa un papel blanco donde tenía apuntados los nombres.
Con información de EFE