El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, utilizó el domingo el escenario formal del Despacho Oval de la Casa Blanca para subrayar la necesidad de que los estadounidenses divididos se unan, luego de que un tirador hiriera a su rival republicano Donald Trump la tarde del sábado.
En ese sentido, señaló que si bien es importante ser fuertes en las convicciones propias, esa fortaleza nunca debe escalar a la violencia, al tiempo que puntualizó que pese a las diferencias ideológicas y políticas “no somos enemigos”.
“Todos nosotros nos enfrentamos ahora a un momento de prueba a medida que se acercan las elecciones; por eso hay que resolver las diferencias en las urnas, no con balas”.
El primer mandatario ha pedido “bajar la temperatura” de la política estadounidense y ha insistido en que que el atentado contra Trump prueba esa necesidad de enfriar los ánimos.
Biden ya había lanzado un mensaje de unidad a los estadounidenses en sus dos anteriores comparecencias, en las que condenó el ataque a su rival político, al insistir en que “no hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia o para cualquier otro tipo de violencia”.
La violencia, una constante en Estados Unidos
Aunque la violencia armada es un hecho en Estados Unidos, la violencia política es mucho menos frecuente. Y a pesar de ello, a la fecha cuatro presidentes estadounidenses han sido asesinados y varios han escapado a intentos de asesinato e, incluso, múltiples candidatos presidenciales han recibido disparos, algunos mortales.
Biden y su equipo intentan trazar el rumbo de su campaña tras el tiroteo contra Trump, el ex presidente al que Biden considera una ‘amenaza’ para la democracia estadounidense en caso de ser elegido el 5 de noviembre.
La campaña ha renunciado a los ataques verbales contra el ex presidente para centrarse en el futuro tanto que, pocas horas después del tiroteo del sábado, la campaña de Biden retiró anuncios de televisión y suspendió otras comunicaciones políticas.
Con información de Reuters y EFE
