Joe Biden, presidente de Estados Unidos, anunció este lunes el cambio de las penas capitales de 37 de los 40 presos condenados por delitos federales.
Esos reos recibirán en su lugar una condena a cadena perpetua sin posibilidad de revisión. Los 37 reos cuya pena acaba de cambiar Biden cumplen condena por asesinato, y nueve de ellos por matar a otras personas encarceladas en el sistema federal.
Por esta medida, el demócrata recibió la presión de organizaciones abolicionistas y de derechos civiles, así como de familiares de víctimas y de diversos líderes y congregaciones religiosas.
“Estoy más convencido que nunca de que debemos poner fin al uso de la pena de muerte en el ámbito federal”, dijo Biden.
Asimismo, confesó que no podía quedarse de brazos cruzados y permitir que una nueva administración, la de Donald Trump, reanude las ejecuciones que él detuvo. A diferencia del aún mandatario, el republicano pretende ejecutar al mayor número de personas y lo más rápido posible.
“No se equivoquen. Condeno a estos asesinos, me solidarizo con las víctimas de sus actos despreciables y me duele la memoria de todas las familias que han sufrido pérdidas inimaginables e irreparables”, compartió el presidente.
I am commuting the sentences of 37 individuals on federal death row to life sentences without the possibility of parole.
This action is consistent with my Administration’s moratorium on federal executions, except for cases involving terrorism and hate-motivated mass murder. pic.twitter.com/Obxfytxxbb
— President Biden (@POTUS) December 23, 2024
Las ejecuciones en Estados Unidos
Los estados tienen la potestad de imponer o no la pena capital por asesinatos cometidos dentro de sus fronteras.
De los 50 estados que forman el país, 27 la contemplan actualmente. Algunos delitos, porque trascienden esas fronteras o por su propia naturaleza, se castigan a nivel federal, ámbito en el que también se aplica la pena máxima. Actualmente, había 40 presos en esa situación, todos encerrados en una cárcel de Indiana.
En octubre pasado había 2 mil 180 reos esperando su ejecución en todo Estados Unidos, de los que 49 son mujeres.