Benjamín Netanyahu podría no dimitir como primer ministro de Israel al menos hasta que la violencia continúe

A pesar de las protestas en contra del primer ministro de Israel por la falta de seguridad a su país, su dimisión es poco probable que se cumpla por el respaldo que tiene en el Parlamento y el apoyo de los israelíes que buscan venganza
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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Benjamin Netnyahu, primer ministro de Israel, es cada vez más mencionado a nivel mundial por la violencia que enfrenta Medio Oriente.

A pesar de las acciones que está llevando a cabo su gobierno en defensa de la población israelí por la llegada de los grupos Hamás y Hezbolá, los cuales protagonizan secuestros y asesinatos, la gobernanza del ministro de 73 años está siendo cuestionada.

En ciudades como Buenos Aires, Berlín, Santiago y Sao Paulo, entre algunas otras, las políticas de Netanyahu son vistas como negativas debido a las cifras de ciudadanos palestinos que han sido asesinados por algunas de sus decisiones.

¿Por qué hay protestas contra el primer ministro de Israel?

Desde que Hamás atacó a Israel el pasado 7 de octubre, el gobierno israelí respondió a las agresiones con el envío de misiles y la presencia de su ejército, quienes tienen la tarea de atrapar a todos los integrantes del grupo terrorista para erradicarlos; sin embargo, con ello también se han llevado la vida de palestinos inocentes.

Aunque la intención actual de Netanyahu no es acabar con las y los palestinos, sino dar por terminado a los grupos terroristas que se esconden en Gaza, cientos de manifestantes alrededor del mundo exigen su renuncia.

Con coros como “Israel asesino, mata niños palestinos” es como los inconformes han salido a las calles en defensa de los fallecidos, sumándose a eso las exigencias a la apertura de Gaza para el ingreso de víveres y atención médica.

No fue sino hasta el viernes pasado que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) acudió a Gaza para entregar combustible, alimentos y medicinas a los más necesitados frente a la presencia de António Guterres, secretario general del organismo internacional.

Por órdenes de gobiernos como Estados Unidos y Reino Unido, incluidas organizaciones humanitarias, fue que Israel accedió a abrir las entradas de Gaza para entregar lo necesario para el bienestar de la población civil. Su cierre había sido exigido por el ministro para impedir la salida de los terroristas.

En medio del panorama desfavorecedor para Netanyahu, el diario local Jesuralem Post publicó una encuesta hecha por Centro de Diálogo en la que se revela que cuatro de cada cinco judíos israelíes creen que el gobierno y el primer ministro son los culpables de la infiltración masiva de los grupos terroristas.

De acuerdo con la encuesta, el 86 por ciento de los entrevistados, incluido el 79 por ciento de los partidarios de la coalición presidencial, dijo que el ataque desde Gaza es un “fracaso del liderazgo del país.

Asimismo, mientras que el 92 por ciento admitió que la situación de violencia está causando ansiedad, el 94 por ciento cree que la administración federal debe asumir alguna responsabilidad por la falta de preparación en materia de seguridad que condujo el ataque.

La población israelí exige seguridad en su país a Netanyahu

Rubén Ramos Muñoz, académico e internacionalista de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México, opina que las manifestaciones en contra del mandatario israelí se originan por la falta de seguridad en el país.

“Las exigencias en las manifestaciones son en ese sentido, que si votaron por un primer ministro que les dijo que les daría seguridad, ahora no les está ofreciendo eso que prometió durante su campaña política.

“En ese sentido, parte de la población israelí se siente defraudada por los secuestros que han implementado los grupos como Hezbolá”, dice.

Desde su punto de vista, a pesar de las protestas en favor de la dimisión de Netanyahu, aún es poco probable que se hable de su renuncia por el respaldo que tiene del Parlamento y de la gente que pide que haya una venganza por las vidas israelíes que se han perdido en los últimos días.

Además, Ramos Muñoz afirma que si la situación de violencia en Medio Oriente es rápida y salen beneficiados los israelíes, eso hará que el primer ministro se mantenga en el poder como así lo ha estado desde diciembre de 2022, cuando el gobierno de Yair Lapid y Naftali Bennett se dio por terminado un año después de liderar Israel.

“Complicado que el mandatario en turno renuncie”

“Veo complicado que en un escenario de guerra el mandatario en turno renuncie, puesto que a veces estos conflictos son un proyecto de unidad nacional.

“Sin embargo, si el conflicto escala a una dimensión internacional, es decir, que se involucren a otros Estados, en ese momento la población se va a ver muy vulnerable en materia de seguridad y aumentarían las denuncias en contra de Netanyahu”, remarca el académico.

Si el ministro israelí dimite, dice Ramos Muñoz, sería después de terminar su gestión al frente de su país. Actualmente, Netanyahu es el mandatario que más tiempo ha gobernado desde 2009; tiempo en el que se ha enfrentado a múltiples manifestaciones, como las protestas a mediados de este año en contra de una reforma judicial que le quitaba el poder a la Corte Suprema para anular las decisiones del Gobierno.

  Estados Unidos y Reino Unido mostraron su apoyo a Israel, ¿qué otros países podrían apoyarlo?

Desde que la situación de violencia comenzó en Medio Oriente,  diferentes gobiernos a nivel mundial respaldan el derecho de Israel a defenderse ante las ofensas del grupo Hamás.

La semana pasada, por ejemplo, Joe Biden, presidente de Estados Unidos; Olaf Scholz, canciller de Alemania, y Rishi Sunak, primer ministro de Reino Unido, viajaron a Israel para reafirmar el apoyo de sus Estados al gobierno de Benjamin Netanyahu.

“Debemos unirnos y ganar”, dijo el primer ministro israelí durante la visita de su homólogo británico a su país, convirtiendo esa frase en un compromiso para sus aliados internacionales.

Otros países miembros de la Unión Europea, del Consejo y el Parlamento europeo, también aprueban la defensa de Israel sin dejar de lado la seguridad de la población palestina.

En entrevista, la maestra Natalia Rivera Ángel, docente del área de Asia-Pacífico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, asegura que aunque en efecto Israel tiene múltiples aliados, en su mayoría de Occidente, países de Medio Oriente y Asia también pueden acercársele.

“Algunos países que no necesariamente le ayuden a resolver el conflicto, sino a ser mediadores en pláticas con los palestinos son Emiratos Árabes Unidos y China”, afirma la docente.

Mientras que con Emiratos Árabes el gobierno israelí firmó en 2020 un acuerdo de normalización de sus relaciones exteriores, siendo este el primer acuerdo de Israel con un país árabe, con China comparte la Ruta de la Seda.

A diferencia de otras naciones occidentales, hasta el momento el gigante asiático ha sido neutral en cuanto a la situación de violencia en Medio Oriente; sin embargo, en caso de cambiar su postura podría ocasionar un problema internacional.

“Estados Unidos quizá no permitiría un mayor protagonismo de China en la zona porque el gigante asiático ya se está posicionando en muchos países de la región a través del comercio.

“Aunque China podría conseguir algo, tal vez no sería una buena idea que se acerque para no generar otro inconveniente (con la Unión Americana)”, puntualiza la internacionalista.

Antes de que el gobierno del presidente Xi Jinping se vea incitado en ayudar a Medio Oriente, el jueves pasado Joe Biden solicitó recursos adicionales en apoyo a Israel por las muertes y secuestros ocasionados por Hamás.

La solicitud de Biden podría ascender a unos 100 mil millones de dólares durante el próximo año para el gobierno israelí, con el cual se podrán atender las necesidades de sus ciudadanos.

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