La Guardia Nacional del estado de Texas avanzó con la colocación de una malla y alambre de púas junto al Río Bravo que marca el límite entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas. Además, en un tramo se instalaron contenedores, con el objetivo de detener el paso de personas migrantes a Estados Unidos.
Sin embargo, los migrantes siguen llegando y la Patrulla Fronteriza abrió otro punto de recepción, como a dos kilómetros de donde recibía a los viajeros hasta hace apenas unas horas.
De lado estadounidense, junto al Río Bravo y a la altura de la preparatoria Altavista -ubicada en la colonia Altavista- se colocaron varios contenedores o vagones del tren para obstruir la frontera.
Los elementos de la Guardia Nacional continúan en el sitio que ya cuenta con malla y alambre de púas, y mantienen desplegados sus vehículos a unos metros de donde están los contenedores o vagones.
La colocación de la malla y el alambre ya llegó y rebasó el sitio donde hace semanas se encontraba el campamento de venezolanos y por donde inicialmente se recibía a las personas migrantes por parte de la Patrulla Fronteriza.
También alcanzó el segundo punto de recepción de migrantes que está a la altura de la Presidencia Municipal de Ciudad Juárez y a un lado del puente internacional Reforma-Stanton.
Los que obligó a los migrantes y a la Patrulla Fronteriza a abrir un tercer punto, este se encuentra a la altura del marcador 19 también a un lado del Río Bravo y a unos cuantos metros del sitio conocido como El Punto, donde en febrero del 2016 el Papa Francisco celebró una misa e incluso rezo a un lado de una cruz y unos viejos zapatos que fueron colocados como símbolo de la migración.
Esta tarde, hombres armados que se encontraban muy cerca del marcador 19 amenazaron a varios periodistas y les indicaron que no los querían ver en el lugar.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) también estuvieron en el lugar, a la altura donde fue el segundo punto de recepción de migrantes-cerca del puente Reforma-Stanton-, y corrieron a los migrantes que permanecían del lado mexicano. Además, hicieron un recorrido a lo largo del Río Bravo; casi al mismo tiempo civiles armados amenazaron a los periodistas tanto locales, corresponsales, como internacionales.