Los incendios forestales que comenzaron este jueves en Paradise, al norte de California, han dejado al menos a 23 personas muertas.
A través de un documento publicado por el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire), el incidente de este fin de semana es el tercer incendio que más muertos ha dejado en Estados Unidos desde que existen registros.
De acuerdo con la agencia de gobierno, el top 20 de los desastres con fuego más destructivos en el estado era liderado por Napa, donde en octubre de 2017 las llamas dejaron a 22 personas sin vida.
Las autoridades informaron que durante el fin de semana en las labores de búsqueda encontraron 14 cadáveres más, sólo al norte del estado, en la ciudad de Paradise, los cuales se sumaron a los nueve que fueron hallados el pasado viernes. Además, hasta este domingo fueron registradas 110 personas desparecidas.
El Departamento de Bomberos informó que de las 23 víctimas, cinco se encontraban en sus vehículos tratando de escapar de las llamas.
En ese misma zona, habitada por 26 mil habitantes, barrios enteros de la ciudad desaparecieron.
Para este domingo, el fuego llevaba 40 mil hectáreas calcinadas. Durante el fin de semana sólo se pudieron controlar las llamas en un 20 por ciento con ayuda de tres mil bomberos, 440 camiones y 23 helicópteros.
El fuego comenzó el pasado jueves y se extendió a toda velocidad por un bosque caracterizado por ser seco, avivado por los llamados vientos de Santa Ana. De acuerdo con meteorólogos, este es un fenómeno atmosférico habitual en el otoño californiano que trae fuertes vientos del desierto hacia la costa.
Alex Hoon, del Servicio Meteorológico Nacional, informó a medios locales que más bomberos acudieron a la zona en las últimas horas, donde se espera que se produzcan ráfagas de viento de hasta 80 kilómetros por hora, lo que aumenta el riesgo de que se produzcan condiciones similares a las del jueves cuando se inició el incendio.