El caso de Mahsa Amini conmocionó a todo Irán, incitando a la población a salir a protestar en su memoria.
Fue el pasado viernes que miles de personas continuaron manifestándose en Teherán por la joven de 22 años, quien murió luego de ser detenida por dejar ver parte de su cabello mientras usaba el hiyab, un velo que es obligatorio en Irán desde el triunfo de la república islámica en 1979.
Amini fue arrestada en las calles de Teherán por la Policía de la Moral debido a que usaba “incorrectamente” la prenda. Sus familiares y amigos aseguran que fueron los uniformados los que la agredieron durante su detención, provocando que fuera llevada a un hospital, donde finalmente falleció.
Por su parte, las autoridades llamaron al caso un “incidente desafortunado”, afirmando que la joven tenía problemas en el corazón y que después de ser arrestada sufrió un ataque cardiaco.
De acuerdo con Amnistía Internacional, en algunos enfrentamientos registrados hasta el pasado viernes se contabilizaron al menos ocho muertos y hasta 38 heridos.
Los manifestantes llegaron a incendiar coches y motos y prendieron fuego a símbolos del gobierno, mientras que las mujeres iraníes decidieron quitarse su velo y cortar su propio pelo en las calles bajo el lema “mujeres, vida y libertad”.
Respecto al caso de la joven, ONU Mujeres condenó su muerte, por lo que pidió una investigación para esclarecer su fallecimiento.
“ONU Mujeres está profundamente preocupada y entristecida por la muerte de Mahsa Amini, en Irán, a la edad de 22 años”, compartió el organismo de Naciones Unidas.
En un comunicado, la entidad también indicó que no estaban claras ni las causas precisas, ni las circunstancias de su muerte, que ha desatado una oleada de protestas en todo el país.
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