“El intento de asesinato del expresidente Donald Trump el 13 de julio es el fracaso operativo más importante del Servicio Secreto en décadas”, dijo Cheatle en su presentación.
Ante las acusaciones de algunos militantes del ala republicana sobre que el Servicio Secreto negó recursos para proteger a Trump, Kimberly Cheatle aseguró que la seguridad para el expresidente se había robustecido antes del tiroteo.
En ese sentido, explicó que el nivel de seguridad brindado al expresidente aumentó mucho antes de la campaña y ha ido en aumento de manera constante a medida que evolucionan las amenazas. “Nuestra misión no es política; es literalmente una cuestión de vida o muerte”.
La audiencia de este lunes marcó la primera ronda de supervisión del Congreso sobre el intento de asesinato. El 24 de julio, el director del FBI, Christopher Wray, comparecerá ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, en tanto que el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, también tiene previsto presentar un grupo de trabajo bipartidista que servirá como punto de enlace para las investigaciones de la Cámara.
Updated FBI statement on the ongoing incident that took place yesterday in Butler, Pennsylvania. https://t.co/yqwxGmKOjw pic.twitter.com/pk2Rw55Lga
— FBI (@FBI) July 14, 2024
Titular del Servicio Secreto resiste pedidos de renuncia
Kimberly Cheatle ha resistido las solicitudes de renuncia de los principales republicanos, incluido Johnson y el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, así como el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, el republicano James Comer, quien hizo eco de esos llamados en la audiencia.
“Creo firmemente, directora Cheatle, que debería dimitir”, le dijo el republicano de Kentucky. “El Servicio Secreto tiene miles de empleados y un presupuesto importante, pero ahora se ha convertido en el rostro de la incompetencia”.
Por su parte el representante demócrata Gerry Connolly dijo que este incidente resulta “inaceptable” y resalta el hecho de que “somos una nación cada vez más polarizada que experimenta tensiones políticas intensificadas”.
Ataque a Trump, con repercusiones sin definir aún
El tiroteo ocurrido en un acto de campaña en Pensilvania, en el que Trump resultó herido en la oreja derecha, murió un asistente y uno más resultó herido, fue perpetuado por el tirador Thomas Crooks, un asistente de un asilo de ancianos de 20 años, el cual fue eliminado por la policía, aunque aún no está claro cuál fue su motivo para disparar.
El incidente “prendió las alarmas” de los legisladores, quienes dicen que el sospechoso pudo acercarse a Trump en la azotea de un edificio cercano debido a fallas de seguridad en la agencia de Cheatle, que está encargada de proteger a presidentes y ex presidentes.
El Comité Judicial de la Cámara de Representantes dijo la semana pasada que tiene evidencia de que el Servicio Secreto no contó con los recursos adecuados para el mitin de Trump, debido a la escasez de personal creada por un evento de campaña rival en Pittsburgh con la primera dama Jill Biden y una cumbre de la OTAN celebrada días antes en Washington.
Al respecto, Cheatle dijo a los legisladores que la agencia protege a 36 personas diariamente, así como a los líderes mundiales que visitan Estados Unidos, incluido el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien se dirigirá a una sesión conjunta del Congreso esta semana.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, puso fin el 21 de julio a su vacilante intento de reelección, al respaldar a la vicepresidenta Kamala Harris para sucederlo como candidata, quien se comprometió a permanecer en el cargo hasta el final de su mandato, el 20 de enero de 2025.
Con información de Reuters