Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, visitará México el próximo 13 de julio para reunirse con el mandatario actual Enrique Peña Nieto, el canciller Luis Videgaray y el virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
Pocas veces uno de los hombres más importantes del gobierno estadounidense actual había respondido tan rápido ante los resultados de unas elecciones. Esto puede obedecer a que México y Estados Unidos tienen una lista de problemas que no han logrado solucionar.
La agenda bilateral es amplia y en el último año se han retrasado asuntos primordiales. Estos conflictos tienen pocas posibilidades de avanzar antes del cambio de administración en México y las elecciones legislativas en Estados Unidos, pero Pompeo y López Obrador pueden comenzar a discutir para definir posturas e incluso una posible estrategia.
La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana adelantó el martes pasado en un comunicado que el objetivo de la reunión entre los políticos de ambas naciones es trabajar en aspectos migratorios, el sector comercial, seguridad y cooperación para el desarrollo.
En el último año estos temas no han logrado progresar significativamente entre el gobierno de Enrique Peña Nieto y el de Trump. La relación bilateral actualmente se encuentra tensa después de diferentes encuentros que no han resultado en respuestas concretas a los problemas.
Los primeros intercambios vía telefónica y por redes sociales entre el actual presidente de Estados Unidos y López Obrador estuvieron caracterizados por una diplomacia impecable y auguran que la relación bilateral puede mejorar, no obstante, la agenda urgente que han postergado los dos países posiblemente complique las negociaciones.
El primer tema urgente a discutir en el encuentro entre Pompeo y López Obrador sin duda es la migración. La política de tolerancia cero impuesta por Trump el mayo pasado provocó que más de 2 mil niños migrantes fueran separados de sus familias. Después de un decreto firmado por el presidente de Estados Unidos, ahora los niños y padres que cruzan de forma ilegal la frontera hacia territorio estadounidense no son separados, pero continúan las detenciones.
Se trata de una crisis migratoria donde se están violando derechos humanos de personas mexicanas y centroamericanas. Sin importar esto, el tema sigue estancado en las cámaras de Estados Unidos. Todas las propuestas de ley sobre migración son rechazadas por los congresistas demócratas y una porción de los republicanos.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos votó el 27 de junio en contra de la ‘ley de compromiso’, la versión moderada de la reforma migratoria con la que se pretendía dar cobertura a los dreamers, inmigrantes que llegaron ilegalmente al Estados Unidos cuando eran niños.
Por otra parte, el resultado en la Cámara supone una derrota para Trump porque con la iniciativa esperaba obtener 25 mil millones de dólares para construir su anunciado muro en la frontera entre México y Estados Unidos.
Desde el inicio de su gobierno, el presidente estadounidense ha intentado construir el muro que prometió durante su campaña, sin embargo, se ha topado con la negativa de legisladores, quienes no quieren otorgarle el presupuesto necesario. Es por eso que este tema sigue estancado a unos de meses de las elecciones que el 6 de noviembre reestructuran el poder legislativo de Estados Unidos.
López Obrador sin duda tendrá que enfrentarse a Trump para tratar de llegar a acuerdos sobre la migración. En un mitin del 4 de abril, el virtual presidente electo de México dejó en claro que no aceptará la construcción del muro fronterizo
“No aceptamos la construcción del muro con nuestra frontera, no aceptamos el uso de la fuerza, la militarización de la frontera, no se resuelven así los problemas, la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia”, declaró López Obrador en Piedras Negras, Coahuila.
Armas estadounidenses en México
La migración y la seguridad son temas que muchas veces se discuten como si fueran inseparables. Trump considera que detener a las personas que cruzan de forma ilegal la frontera de Estados Unidos es una estrategia de seguridad para evitar que criminales latinoamericanos residan en el país que gobierna.
No obstante, hasta ahora sólo se ha comprobado que la seguridad entre las dos naciones norteamericanas está relacionada con el tráfico de armas de fuego. El informe ‘Beyond Our Borders’ revela que entre 2011 y 2016 al menos 106 mil armas fabricadas en Estados Unidos estuvieron vinculadas con actividades delictivas en México.
Este es el reporte más reciente del Center for American Progress, una organización estadounidense que se encarga de la investigación y defensa de políticas públicas. Los autores citan los registros de la Agencia Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
TLCAN hasta noviembre
Por otra parte, Pompeo y el presidente electo también pretenden discutir temas relacionados con los acuerdos comerciales entre los dos países. Carlos Urzúa, quien de acuerdo a López Obrador será el próximo secretario de Hacienda, aseguró ayer que las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se pueden acelerar tras la elección legislativa estadounidense.
“El presidente Trump dijo que van a tener que pasar las elecciones. Creemos que después de esas elecciones las negociaciones se pueden acelerar”, comentó Urzúa en entrevista.
El pasado fin de semana, Trump comentó que postergará la firma de una revisión del TLCAN hasta después de las elecciones legislativas del 6 de noviembre.
En la actualidad, las negociaciones sobre el TLCAN se encuentran pausadas ante el reclamo de Estados Unidos para obtener beneficios para su sector automotriz y por su exigencia de revisar el acuerdo cada cinco años.
La migración, los acuerdos comerciales y la seguridad son los temas urgentes que deben discutir Pompeo y López Obrador. Este primer encuentro entre los gobiernos de ambos países puede marcar una pauta sobre cómo será la relación bilateral en la siguiente administración.