Arde el conflicto entre Rusia y Ucrania
El gobierno ruso no necesita una guerra para controlar a los ucranianos porque bloquea su comercio, pero hoy el presidente Poroshenko impone ley marcial por miedo a una invasión de Putin
Mariana RecamierDespués de un problema naval entre Rusia y Ucrania, la posibilidad de un enfrentamiento bélico preocupa a las dos naciones que viven en conflicto desde la anexión de Crimea en 2014. No obstante, los especialistas consideran que es poco probable que inicie una guerra entre ambos Estados porque el gobierno ruso no necesita armas para controlar parte del territorio ucraniano.
“Es improbable un conflicto bélico tradicional con la participación de fuerzas militares rusas en Ucrania porque Rusia no lo necesita, al contrario, puede ganar territorio apoyando y financiando las fuerzas separatistas prorrusas sin un problema militar tradicional que alarme a la comunidad internacional”, afirma Ángel Rodríguez Aquino, analista especializado en geopolítica de Europa del Este.
Acusados de haber atravesado ilegalmente la frontera rusa, doce de los ucranianos fueron puestos en detención provisional hasta el 25 de enero, conforme a la decisión de un tribunal de Simferopol, capital de Crimea. En total, 12 marinos comparecieron el martes ante un juez. El resto lo hará el miércoles.
El incidente se produjo en el mar Negro cuando los buques ucranianos intentaron ingresar en el estrecho de Kerch para llegar al mar de Azov, una ruta marítima crucial para las exportaciones de cereales y acero producidos en el este de Ucrania.
Se trata de la primera confrontación militar abierta entre los dos países desde la anexión de Crimea en marzo de 2014 y el inicio de un conflicto armado en el este de Ucrania. Desde entonces se enfrentan las fuerzas ucranianas con los separatistas prorrusos.
Ante la detención de los marinos, Ucrania impone la ley marcial durante 30 días a partir de hoy en 10 de las 27 regiones del país, aquellas que son frontera con Rusia, Bielorrusia y la república separatista de Transnistria. Las ubicaciones escogidas son las que el presidente ucraniano Petro Poroshenko identifica como potenciales frentes en caso de un ataque ruso.
“Declarar la ley marcial no significa declarar la guerra. La propuesta tiene como único fin afianzar las defensas de Ucrania a la luz de la creciente agresión de Rusia”, dijo el mandatario.
La ley marcial no fue aplicada ni siquiera durante los peores combates en el oriente de Ucrania, en los que murieron 10 mil personas. El presidente aseguró que este estado de excepción se debe a la seria amenaza de una operación terrestre contra Ucrania.
“Poroshenko dice que tiene información de inteligencia sobre una invasión terrestre de Rusia que ya es inminente. Es difícil que sea cierto porque de lo contrario la OTAN y la Unión Europea ya hubieran actuado al respecto”, argumenta el especialista en Europa del Este.
¿Por qué sucede?
Putin considera que es evidente que la aplicación de la ley marcial se hace en relación a la campaña electoral en Ucrania, cuya elección presidencial está prevista para la primavera boreal 2019, sin embargo, ya se seleccionaron los distintos candidatos.
“Puede ser un intento de Poroshenko para generar ruido e incrementar su índices de popularidad porque se acercan las elecciones. Su partido puede perder, las encuestas no lo favorecen”, considera Rodríguez Aquino.
El gobierno de Rusia asegura que actuó en estricta conformidad con el derecho internacional y acusa a Ucrania de buscar un pretexto para reforzar las sanciones de la Unión Europea y de Washington contra Rusia, vigentes desde 2014.
En cambio, Ucrania argumenta que ambos países firmaron en 2003 un acuerdo por el cual los dos consideran el mar de Azov, donde fueron detenidos los marineros ucranianos, una zona compartida que pueden usar libremente, siempre que esté fuera de las 12 millas de mar territorial del otro país.
Tras anexarse Crimea en 2014, Rusia pasó a tener posesión de ambos extremos del estrecho de Kerch y no esperó mucho para comenzar a aprovechar esta situación y levantar un puente que ahora los une. Este se inauguró en mayo del presente años.
Los marineros estaban pasando por el estrecho de Kerch para dirigirse al puerto ucraniano de Mariupol, pero el gobierno ruso considera que esa zona le pertenece desde que construyó el puente.
Este conflicto revela que Rusia asfixia a Ucrania mediante el control de esta zona. Rodríguez Aquino comenta que con el bloqueo ruso, los principales puertos ucranianos se mueren porque el comercio es su única actividad económica.
El especialista añade que Rusia detiene los barcos comerciales y les hace inspecciones que duran hasta una semana. Asegura que cada día que los buques pasan en altamar le cuesta a la empresa naviera un aproximado de 15 mil dólares. Es por eso que las compañías ya no toman el riesgo de atravesar la zona y esto provoca una baja en la actividad económica de los puertos.
Los embarcaderos son importantes para la economía de Ucrania porque allí se despachan productos metalúrgicos como el hierro y el acero, que suponen el 25 por ciento de los ingresos obtenidos por las exportaciones en el país, según señaló el presidente ucraniano en una entrevista con el diario estadounidense The Washington Post.
“Esta presión económica está dentro de una lógica de tratar de anexionar el resto de la costa y el mar de Azov para Rusia. Es una forma de quedarse con la zona”, concluye Rodríguez Aquino.
Respuesta internacional
Este conflicto no sólo preocupa a los dos países involucrados. La embajadora estadounidense en la ONU, Nikki Haley, denunció en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad que las acciones ilegales de Rusia contra Ucrania hacen imposible una relación normal entre Washington y Moscú. En el mismo sentido, Francia pidió a las partes que tranquilicen la situación.
El incidente de los barcos se produce a unos días de la cumbre del G20 en Argentina en donde Putin debe reunirse con el presidente Donald Trump.
El republicano amenazó este martes con cancelar el encuentro debido a la crisis marítima que Rusia genera con Ucrania.
En una entrevista con el diario The Washington Post, Trump dijo que estaba a la espera de recibir un informe completo de su equipo de seguridad nacional sobre las tensiones en la zona del estrecho de Kerch.
“Quizá no tendré la reunión (con Putin). Quizá ni siquiera tendré la reunión. No me gusta esa agresión (rusa contra Ucrania). No quiero esa agresión en absoluto”, aseguró.
El conflicto entre las dos naciones continuará activo en los siguientes días mientras los ucranianos estén detenidos y Rusia bloquee el comercio de Ucrania.