António Costa se mantiene al frente de Portugal tras victoria en elecciones legislativas

Luego de conseguir mayoría parlamentaria y dejar atrás a sus exaliados de izquierda, el primer ministro de Portugal, António Costa, deberá seguir enfocándose en la recuperación económica y sanitaria de su país
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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António Costa, primer ministro de Portugal, lo volvió a hacer. Luego de que su partido, el grupo socialista, ganara la mayoría parlamentaria este fin de semana, continuará al frente del Palacio de Belém por los próximos cuatro años, intentando devolverle la confianza depositada a sus electores con un impulso mucho mayor a su país.

“Gracias a los portugueses por su cariño, fuerza, esperanza y confianza en nosotros. Fue el combustible que nos hizo resistir para llegar a este resultado histórico que nos permite seguir avanzando. Haremos todo lo posible para estar a la altura de esta votación”, compartió Costa tras darse a conocer los resultados oficiales.

De acuerdo con datos del Ministerio de Administración Interna de Portugal, el partido de Costa obtuvo 41.6 por ciento de los votos, otorgándole 117 escaños de los 230 competidos en el Parlamento, una mayoría que ni el mismo ministro esperaba.

Por su parte, los partidos con los que estuvo formando coalición previo a la jornada del pasado domingo, el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista Portugués, perdieron asientos, 16 y ocho, respectivamente.

Según medios locales, se prevé que esa falta de apoyo a los partidos aliados del socialista se debió al conflicto que protagonizaron en noviembre de 2021, cuando tanto el Bloque como el Comunista desaprobaron el Presupuesto económico que Costa sugirió para este año, a través del cual esperaba subir el salario mínimo y reforzar el Sistema Nacional de Salud.

Con ese desacuerdo político en aumento, el presidente Marcelo Rebelo de Sousa tuvo que llamar a los ciudadanos a las urnas en unas elecciones adelantadas, impidiéndole al primer ministro terminar su segundo mandato que concluía en 2023.

Ahora, con el camino libre y sin un partido que le impida darle continuidad a sus políticas públicas, Costa se ha comprometido a la defensa de un país mejor con el soporte de la economía impulsando los salarios mínimos hasta en un 40 por ciento, y seguir luchando contra la pandemia de COVID-19.

En el sector económico y social, se espera que durante el nuevo mandato del socialista se siga disminuyendo la tasa de desempleo que se desequilibró durante la crisis sanitaria, llegando a 6.2 en el tercer trimestre de 2021, y mejorando a 5.9 en diciembre pasado, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística del país europeo.

De igual manera, se prevé que en el sector sanitario el representante portugués continúe superando su programa de vacunación contra el coronavirus, con el fin de proteger a sus 10 y medio millones de ciudadanos de las nuevas variantes.

El pasado 30 de enero, Our World in Data registró que Portugal ya tenía inmunizadas por completo a 9.2 millones de personas, la mayoría de su población, por lo que ahora se esperan las dosis de refuerzo.

Bajo esa línea, Marta Ochman, profesora e investigadora del Tecnológico de Monterrey, añade que hasta que Costa no termine su nuevo periodo en 2026, no debería dejar de fortalecer el resto de sus medidas sanitarias preventivas.

Dentro de sus propuestas en torno a ese rubro, el ministro pretende eliminar las tarifas económicas que se solicitaban para consultas hospitalarias y medios complementarios de diagnóstico y terapia, así como seguir aumentando a su personal médico como lo ha hecho desde hace seis años.

“Creo que ahora Costa la tiene mucho más fácil en cuanto ganó las elecciones y al romper las relaciones con su alianza, porque ahora no tendrá que estar negociando con los exsocios de coalición, que eran partidos mucho más de izquierda”, dice Ochman.

La nueva oposición para António Costa

Antes de realizarse la jornada legislativa de este domingo, en Portugal las estadísticas nacionales esperaban un empate entre dos partidos: el Socialista, de António Costa, y el Social Demócrata, liderado por Rui Rio, un economista que llevaba buena relación con el primer ministro incluso antes de que este último llegara al poder en 2015.

Debido a esa relación de años, fue que Rio aceptó su derrota ante los electores, felicitando a su mayor oponente.

“Mi agradecimiento a todos los que votaron y confiaron en el Partido Social Demócrata. Mi respeto para todos los opositores que lucharon democráticamente por sus convicciones. Y enhorabuena al Partido Socialista y a su secretario general, António Costa, por la victoria conseguida”, tuiteó.

Respecto al papel de Rio, la también especialista en política europea, Marta Ochman, asegura que sin duda va a representar una oposición importante en los años venideros, principalmente porque va a estar enfocado en la próxima jornada legislativa de 2026, en espera de que su partido sea el vencedor.

“Creo que sí va a estar fuerte, pero tampoco será destructivo porque no es un partido de extrema sino de centro”, detalla la académica.

En ese sentido, de quienes sí debería prevenirse António Costa es de los partidarios de Chega, el grupo político que con el 7.15 por ciento de los votos y 12 asientos parlamentarios, consiguió convertirse en la tercera fuerza más importante del Congreso.

“Con el apoyo a este partido significa que la población se está radicalizando, porque muchas personas aún están en desacuerdo con las medidas que impone el gobierno en cuanto a la prevención del COVID-19, y eso lo defienden estos políticos de extrema derecha”, asegura.

En ese sentido, se espera que Costa ponga mayor atención a los grupos extremistas, como a los antivacunas, a través de un diálogo más incluyente, dejando en claro la relevancia de las dosis y los cuidados sanitarios.

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