Aun en la tormenta, los canadienses mantienen la calma.
En vez de reaccionar con pánico y xenofobia, como Estados Unidos (EU) y otros países europeos, Canadá mostró calma y solidaridad tras el ataque terrorista del miércoles, que dejó a un soldado y a un sospechoso muertos en Ottawa.
Desde temprano, decenas de canadienses dejaron ofrendas en el Memorial Nacional de Guerra, donde el soldado Nathan Cirillo murió a causa de los disparos de Zehaf-Bibeau, un hombre de 32 años que se convirtió al islam radical.
En la Casa de los Comunes, los parlamentarios y el primer ministro canadiense, Stephen Harper, condecoraron al sargento Kevin Vickers, quien es un héroe nacional tras perseguir y matar a tiros a Bibeau dentro del Parlamento.
Apenas este lunes, un musulmán fundamentalista murió a manos de la policía tras atropellar a propósito a dos soldados de Québec, lo que dejó muerto a uno de ellos.
Pese a estar conmocionados, los ciudadanos se enfocan en mantenerse unidos y las autoridades en investigar las razones de los atentados para prevenir futuros ataques, destacaron ayer los medios canadienses.
“La respuesta colectiva de los canadienses en las redes sociales se ha concentrado en la solidaridad, el patriotismo y el tributo a las víctimas de los crímenes”, reportó ayer The Globe and Mail.
Los líderes de tres partidos más grandes de Canadá, el Conservador, el Liberal y el Nacional Democrático (NDP), hicieron a un lado sus diferencias, se abrazaron en el Parlamento y prometieron que no sacrificarán el modelo del país.
“Estos actos fueron motivados por el odio, pero también fueron diseñados para hacernos odiar. No lo harán. Seguiremos de pie y permaneceremos unidos”, indicó Tom Mulcair, líder del NDP, según la Canadian Broadcasting Corporation (CBC).
Harper anunció que reforzará las medidas antiterroristas en el país, pero para enfocarse en detectar a posibles convertidos al islamismo radical dentro de Canadá, pues se estima que hay cerca de 90 infiltrados en la nación.
‘Ejemplo para EU’
La prensa progresista de EU reconoció que la cobertura que la prensa canadiense hizo del ataque es un ejemplo para el sensacionalismo que impera en medios estadounidenses.
“Canadá le acaba de mostrar a EU la forma correcta y exacta para cubrir un tiroteo”, publicó Mic.
“En lugar de la histeria y el chillido de algunas cadenas estadounidenses, la CBC asumió un milagroso tono calmado. Como apuntó Mark Joyella, de Media Bistro, ‘la cobertura fue inteligente, cuidadosa y absolutamente no-estadounidense’”.