Alerta en Pekin por el rebrote del COVID-19
China se mantiene en alerta por la aparición de nuevos casos de coronavirus, mientras que las autoridades avanzan a contrarreloj para contener los contagios
Mara EcheverríaChina enfrenta de nuevo al coronavirus. Las autoridades de Pekín, la capital del país, avanzan a contrarreloj para mitigar este nuevo brote que fue calificado como “extremadamente grave” por Xu Hejian, portavoz del gobierno local.
Después de 56 días sin contagios, el gobierno de Pekín informó que ha identificado 27 nuevos casos de COVID-19, una cifra inferior a los 36 registrados el lunes 15 de junio, pero que eleva a 106 el número total de infectados en los últimos cinco días.
“La situación epidémica en la capital es extremadamente grave. Pekín tomará las medidas más resueltas, decisivas y estrictas para contener el brote”, dijo el funcionario en una conferencia de prensa el 16 de junio.
Como respuesta a esta emergencia, algunas áreas de la capital china fueron cerradas, mientras que los controles de seguridad en las zonas residenciales se han endurecido desde la noche del 15 de junio. Además, los centros educativos suspendieron actividades en sus instalaciones y las autoridades solicitaron a la población no salir de la ciudad para evitar que el virus se extienda a otras regiones.
Las terminales aéreas también suspendieron los vuelos de llegada, mientras que las personas que requieran viajar a las afueras de Pekín por asuntos relacionados con trabajo, atención médica u otras necesidades catalogadas como esenciales, deberán portar un certificado para comprobar que son negativos al virus, el cual tendrá siete días de vigencia.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) investiga el origen y el alcance de este rebrote de coronavirus, aunque en medios locales trascendió que el virus fue detectado en una tabla para cortar pescado utilizada por un vendedor de salmón importado.
Ante esta situación, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, recomendó a los países que han demostrado que pudieron reducir los contagios permanezcan en alerta ante un posible resurgimiento de la enfermedad.
Si bien la oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no ha emitido alguna alerta para pescados u otros alimentos que pudieran tener relación con el COVID-19, la nación asiática suspendió las compras de salmón a países de Europa, dado que considera que pueden ser uno de los focos de los nuevos contagios.
No obstante, Mike Ryan, jefe del programa de emergencias de la OMS, dijo que asegurar que las importaciones de salmón podrían ser las causantes de las nuevas infecciones de coronavirus puede generar desconfianza entre los consumidores, por lo que enfatizó que la premisa necesita comprobarse.
Por ahora, las autoridades de Pekín también ordenaron el cierre de mercados populares, que suelen tener un alto riesgo de propagación del virus ante la cantidad de gente que los visita. Cabe recordar que el primer brote de coronavirus se dispersó desde un mercado mayorista de mariscos ubicado en la provincia de Wuhan, en diciembre del año pasado.
Desde el inicio de la pandemia, China registra 84 mil 378 casos totales de COVID-19, de los cuales 78 mil 377 se han recuperado, cifras a las que se suman cuatro mil 634 decesos, de acuerdo con el monitoreo de la Universidad Johns Hopkins.
¿Una nueva cepa la que ataca Pekin?
Los nuevos casos de COVID-19 en Pekín han despertado las sospechas de que este rebrote se trata de una nueva cepa, aunque aún no existe prueba científica de ello.
Yang Zhanqiu, subdirector del departamento de Biología de Patógenos de la Universidad de Wuhan, dijo a medios locales que el nuevo brote podría ser de una cepa más contagiosa en comparación con la que se registró a finales del año pasado.
Sin embargo, la OMS advirtió que este rebrote tiene que ser investigado y debe ser controlado, por lo que enviará a un grupo de expertos para evaluar la situación en la capital del país asiático.
Para las autoridades, el vínculo entre los recientes casos de coronavirus con el mercado de Xinfadi fue detectado rápido, y aunque el gobierno de la capital china tuvo una respuesta acelerada al declarar emergencia, aún no está claro cómo comenzó la cadena de contagios.
Por ahora, cerca de 200 mil personas que visitaron el mercado han sido entrevistadas por las autoridades de Pekín con el fin de detectar casos, otorgar asistencia médica y aislarlas para reducir el riesgo de propagación del virus.
A la par de la crisis, la farmacéutica China National Biotec Group (CNBG) informó que su vacuna experimental contra el coronavirus generó anticuerpos en pruebas clínicas, por lo que la compañía planea realizar otros test más avanzados.
De acuerdo con los resultados de la empresa, la vacuna -que se encuentra en fase experimental-, indujo la producción de anticuerpos en mil 120 personas que participaron en la prueba.
Mientras tanto, el gobierno chino informó que ampliará su capacidad para garantizar suministros para atender emergencias, como parte de su plan para fortalecer la respuesta a posibles situaciones críticas por parte de su sistema de salud pública.