Alice Weidel, doctora en economía y líder del grupo parlamentario de Alternativa para Alemania, es la primera candidata a Canciller de su partido. Foto: Especial

Alemania: La extrema derecha propone candidata

Alternativa para Alemania, segunda fuerza política del país, prepara su apuesta para la Cancillería de la mano de su líder parlamentaria Alice Weidel

En un año de reacomodos externos, vuelcos políticos internos y un estancamiento económico que ha afectado la calidad de vida de los alemanes, el ganador es Alternativa para Alemania (AdD), el partido de extrema derecha que se posiciona ante las fuerzas políticas tradicionales.

Tras la caída de la coalición que encabezaba el canciller Olaf Scholz, el aún mandatario llamará a un voto de no confianza el próximo 16 de diciembre y con las las matemáticas electorales en su contra, la oposición prepara sus perfiles para ocupar su lugar a la cabeza de Alemania.

Friedrich Merz, líder de la Unión Democrática Cristiana (CDU) y principal promotor de la remoción del Scholz, anticipó sus intenciones de contender por la Cancillería en las elecciones de septiembre de 2025.

Con la anticipación del proceso electoral, el principal artífice del adelanto espera llevar a su partido y a la Unión Cristiana de Baviera (CSU) de vuelta al gobierno.

Mientras Scholz intenta recuperar la confianza en su partido y contender nuevamente por el cargo que ocupa desde 2021, Los Verdes, únicos aliados del gobierno minoritario del canciller, nominaron a Robert Habeck, ministro de Economía en la actual administración, como su aspirante para el proceso del próximo año.

Si bien las propuestas de los partidos tradicionales representan décadas de trayectoria en el gobierno o en la oposición, la apuesta de Alternativa para Alemania desafía tanto las pautas de las otras fuerzas políticas como sus propios paradigmas al nominar a Alice Weidel a la Cancillería.

Alice Weidel, la propuesta de la extrema derecha

Para un partido de extrema derecha, la nominación de una mujer de 38 años, miembro de la comunidad LGBT+ parece una paradoja; sin embargo, la doctora en economía y jefa del Comité Federal del Euro y la Moneda ha sido la líder del grupo parlamentario de su partido desde 2017 y bajo su tutela el AfD ha visto crecer su influencia en todo el país.

En un partido de extrema derecha en cuyas filas y discursos el populismo es pilar, donde las críticas al euro, a la integración europea y sus posturas migratorias han encendido protestas multitudinarias, una analista de inversiones empleada por Goldman Sachs no es la imagen que evocan las entidades menos prósperas del Este de Alemania, donde el AfD tiene mayor presencia.

Sin embargo, el trabajo de Weidel desde la fundación del partido la ha convertido en una de las figuras más prominentes del mismo. Lejos de la estridencia de otros miembros, como Björn Höck que incluso ha sido investigado por sus simpatías nazis, Weidel se ha concentrado en volcar sus políticas en lo que ella considera son las dolencias económicas y culturales de Alemania y con ello atraer a más votantes desilusionados con las opciones políticas tradicionales.

De acuerdo a la doctora Ana Luisa Trujillo, académica del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM y experta en política europea, es complicado determinar si dentro de Alternativa para Alemania conviven distintas facciones o si es una estructura monolítica.

“Es un partido que nace de la ultraderecha y es el partido más radical de Europa, en algunos puntos de su plataforma emula, de manera velada, al nazismo y sus ideas nacionalistas; por supuesto hay facetas en todas las fuerzas políticas, pero en términos generales su agenda está muy a la derecha con tintes que a veces rozan en el nazismo al considerar su visión respecto a Alemania y los extranjeros”, anota la especialista.

Alternativa para Alemania, un partido en ascenso

A poco más de dos meses de que los alemanes voten por su siguiente canciller, AfD se posiciona como la segunda fuerza política del país. En las últimas encuestas del Instituto para Nuevas Respuestas Sociales (INSA), Alternativa para Alemania cuenta con 19.5 por ciento de las preferencias electorales, superando a los Socialdemócratas de Scholz y solo por debajo de la unión CDU/CSU con 31.5 por ciento.

En opinión de la doctora Trujillo, las agendas de estos partidos permean en la discusión nacional y atraen electores que abrazan la agenda como propia hasta convertirse en una alternativa viable en las votaciones.

“De parte de Alternativa para Alemania hay la motivación para colaborar porque hay que recordar que estos partidos tratan de mostrarse como una opción viable y jugar el juego democrático, aunque la posibilidad de que otros actores negocien y formen gobierno con ellos es más complicado; sin embargo, no hay que descartarlo, porque sus ideas empiezan a permear en sectores de otros partidos y en partes de la población que en principio los veían como disruptivos”, explica la académica.

Pese al ascenso de la preferencia por el partido de Weidel durante el último periodo electoral, elevando su participación respecto al 10.43 por ciento de los votos que obtuvieron en 2021, las posibilidades de una coalición encabezada por AfD parecen escasas cuando el resto de los partidos políticos se niegan a integrar al AfD al gobierno.

Aún así, el desempeño electoral de AfD ha tomado relevancia en un año en que las tres elecciones estatales, en Brandemburgo, Sajonia y Turingia, obtuvo el segundo porcentaje de votos más alto en dos entidades y el primero en Turingia, sin poder formar gobierno en ninguno de los casos.

Más allá de las fronteras germanas, en las elecciones alemanas al Parlamento Europeo se consolidaron como la segunda fuerza política del país al obtener 15.89 por ciento de los votos, y poco después sumaron fuerzas con partidos afines en el bloque para formar el Grupo de la Naciones Soberanas en el Parlamento, el tercer grupo político de derecha en la legislatura europea.

“Como es un partido muy radical y tiene una perspectiva distinta de lo que sucedió en la Segunda Guerra Mundial, se ha ido cerrando espacios. Había una alianza con el partido de Marine Le Pen, pero se rompió y ahora que están en el Grupo de las Naciones Soberanas tienen menos espacio para colaboración, aunque no se descarta porque Alternativa para Alemania es un grupo muy alineado a la derecha”, finaliza la doctora Trujillo.

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