El hombre más buscado en Alemania

El tunecino de 24 años de edad que desde ayer al mediodía está siendo cazado por todo el territorio europeo, ya era conocido por la policía alemana antes de planear la matanza de Berlín.

El hombre estaba bajo investigación por “preparación de un delito grave que amenazaba al Estado”.

Los medios ya lo identifican como Ahmed o Anis Amri, aunque indicaron que utilizaba varios nombres. Y se ofrece una recompensa de 100 mil euros por cualquier información que conduzca a su arresto.

Andrea Montes Renaud Andrea Montes Renaud Publicado el
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100,000
Euros es la recompensa que se le ofrece por cualquier información que conduzca al arresto de Ahmed o Anis Arriri
Deacuerdo con el nuevo plan de vigilancia aprobado el miércoles, la video vigilancia se reforzará y se extenderá a muchos lugares públicos. Y la policía portará mini cámaras

El tunecino de 24 años de edad que desde ayer al mediodía está siendo cazado por todo el territorio europeo, ya era conocido por la policía alemana antes de planear la matanza de Berlín.

El hombre estaba bajo investigación por “preparación de un delito grave que amenazaba al Estado”.

Los medios ya lo identifican como Ahmed o Anis Amri, aunque indicaron que utilizaba varios nombres. Y se ofrece una recompensa de 100 mil euros por cualquier información que conduzca a su arresto.

Anis Amri es objeto de una persecución sin descanso después de que una orden de arresto a escala europea fuera emitida con su cara, el miércoles por la mañana, después de que su documento de identidad y cartera fueran halladas en la cabina de un camión procedente de Polonia, de acuerdo con las autoridades alemanas.

Conocido desde noviembre de 2016 por la policía por sus vínculos con el movimiento salafista e islamista -ambos clasificados como “peligrosos”-, se cree que el sospechoso dispone de múltiples identidades.

Así se refirió el ministro del Interior, Thomas de Maizière, mostrando que “la policía no estaba con las manos vacías en esta investigación”.

Varios medios alemanes informaron, sin identificar sus fuentes, que las autoridades buscaban al tunecino tras encontrar sus documentos de identificación en la cabina del camión, además del examen de más de 500 pistas, incluyendo rastros de ADN que se encontraron en el vehículo, imágenes de video vigilancia y diversos testimonios.

Rechazado por Alemania

Anis Amri había visto su solicitud de asilo rechazada en junio de 2016, pero nunca fue expulsado de Alemania, porque Túnez bloqueó el proceso de expulsión negándose a reconocer al hombre como uno de sus conciudadanos.

Desde entonces, este tunecino tomó varias identidades.

Berlín ha acusado repetidamente a Túnez, al igual que a otros países del Magreb, de frenar los procedimientos de expulsión de Alemania de sus nacionales.

“Casualmente” el documento que debió haber permitido a las autoridades alemanas expulsarlo del país desde junio de este año, llegó apenas el día de ayer a Alemania, según informó el ministro de Interior.

Según las autoridades alemanas, este hombre se encuentra constantemente en movimiento. De acuerdo con una fuente de seguridad de Túnez, el sospechoso emigró a Italia de forma clandestina antes de asentarse en Alemania.

Una vez ahí, Anis Amri vivió en las regiones de Baden-Wurtemberg (sudoeste), Renania del Norte-Westfalia (oeste) y recientemente en Berlín. Fue justamente en estas dos regiones que sus proyectos de ataque y vínculos con el movimiento islamista estaban siendo investigados por la policía.

Según el diario Süddeutsche Zeitung, el tunecino había mantenido contactos con un ciudadano iraquí de 32 años, identificado como Ahmad Abdullah Abdulaziz A., alias “AbuWalaa”, detenido en noviembre con cuatro cómplices más, por haber montado una red de reclutamiento de la organización Estado Islámico, según los fiscales federales.

Debate sobre las medidas de seguridad

Dos días después de la tragedia que dejó 12 muertos y 48 heridos en el mercado de Navidad de Breitscheidplatz en Berlín, el debate sobre la seguridad se reavivó en el país.

La discusión gira entorno a la necesidad de proteger los lugares públicos autorizando al ejército a patrullar, como se hace en otros países como Francia.

Y es que, la presión es asfixiante para la canciller Ángela Merkel y su ministro del Interior, Thomas de Maizière, que luego de haber anunciado un plan de seguridad contra el terrorismo, unos meses antes del ataque, muchas de sus medidas resultaron ser muy ineficaces.

De acuerdo con el nuevo plan de vigilancia aprobado el miércoles, la video vigilancia se reforzará y se extenderá a muchos lugares públicos, tales como instalaciones deportivas o centros comerciales. Además, la policía portará mini cámaras.

El plan también prevé un cambio en la ley sobre la protección de datos personales y el establecimiento de un sistema de vigilancia “inteligente”, con reconocimiento automático de caras y matrículas.

Pero por el momento, el Ministerio del Interior pidió a las fuerzas del orden el aumento de “los controles en la frontera franco-alemana” y la seguridad de “sitios de alto tráfico”.

Y paralelamente a esto, la presión política sobre la gestión de la líder europea, que se centró durante meses sobre su política migratoria, se ha encrudecido en los últimos días. Los populistas de extrema derecha renuevan su ofensiva contra Merkel, acusándole de haber puesto al país en peligro “con su generoso acogimiento a refugiados políticos”.

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