Keiko Fujimori, hija del expresidente de Perú, fue quien anunció el interés de su padre para postularse a las elecciones presidenciales de 2026. Foto: Especial

Alberto Fujimori, lejos de regresar a la presidencia de Perú

A pesar de que el expresidente de Perú se inscribirá para las elecciones de 2026, especialistas aseguran que es poco probable que logre, pues podría tratarse de una estrategia política más

Después de 24 años de dejar la presidencia de Perú, Alberto Fujimori está interesado en no soltar la política de su país con la decisión de postularse a las elecciones de 2026.

A pesar de que Keiko Fujimori, hija del expresidente y excandidata a la presidencia, anunció en un medio de comunicación local que estaba segura de que su padre ganaría las elecciones, hay distintos puntos que podrían impedirlo.

En primera instancia, el Artículo 113 de la Constitución de Perú establece que el presidente puede dejar su cargo por cuestiones como su permanente incapacidad moral o física o hallarse sometido a un proceso judicial; dos puntos que relacionan al expresidente.

Alberto Fujimori salió de prisión en diciembre del año pasado con una apariencia física deteriorada y recibiendo oxígeno de un cilindro.

Es desde 2009 que el exjefe de Estado cumplía una condena de 25 años de prisión por los delitos de homicidio calificado, lesiones graves y secuestro agravado por trato cruel, entre otros delitos, por el asesinato de 25 personas durante su gestión. Además de esos señalamientos, el exmandatario tiene otras sentencias por corrupción.

Si Fujimori llegara a las boletas electorales sería un candidato de 88 años de edad, lo que aumenta las posibilidades de que sea relevado por su estado de salud

¿Qué significa la postulación de Alberto Fujimori a la presidencia de Perú?

El doctor e investigador Fernando Neija Orjuela, integrante del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, opina que el lanzamiento de Alberto Fujimori a la presidencia de 2026 es una estrategia de su hija y del partido Fuerza Popular.

“Se trata de generar una llamada de atención a muchos sectores que en su momento apoyaron a Fujimori. Es un poco jugar con eso, son decisiones políticas que buscan obtener créditos políticos. Más allá de eso es un poco difícil que el expresidente pueda volver a ocupar ese cargo”, sentencia el especialistas.

Neira Orjuela asegura que en efecto hay varios elementos que inhiben la candidatura de Fujimori, y el primero de ellos es que fue acusado por delitos contra derechos humanos.

Al inicio de los años 90, el expresidente fue declarado culpable de ordenar a un escuadrón de la muerte, conocido como el Grupo Colina, llevar a cabo dos masacres: la Masacre de Barrios Altos y La Cantuta un año más tarde.

El primero tenía el objetivo de terminar con la vida de los integrantes del partido comunista revolucionario Sendero Luminoso, donde finalmente fallecieron 15 personas entre ellos un niño de ocho años, y en el segundo miembros del Servicio de Inteligencia Nacional y de la Dirección Nacional contra el Terroristmo forzaron su entrada en las residencias estudiantiles de la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle, conocida como La Cantuta. En total, nueve estudiantes y un profesor fueron desaparecidos forzosamente y asesinados.

Fujimori perjudicaría a Perú y a América Latina

Con el lanzamiento de Alberto Fujimori para las votaciones de 2026 en Perú, su posición podría perjudicar no solo a su país, sino a todo el continente, así lo asegura el doctor del CIALC de la uNAM

“Para Perú y toda América Latina (el lanzamiento de Fujimori a las presidenciales) es uno de los temas más lamentables en términos de democracia (…) Con esto se revive el rechazo de un sector de la sociedad que no puede ver con buenos ojos que alguien que cometió los delitos que cometió se postule”, dice Neira Orjuela.

Aunque al inicio del gobierno de Fujimori el político fue recibido positivamente por una gran mayoría de la población peruana, su aprobación fue descendiendo en cuanto se dieron a conocer las masacres del 91 y 92, además de que salieron a la luz videos en los que personas cercanas al jefe de Estado sobornaban a políticos y empresarios.

El gobierno de Fujimori también fue señalado de forzar a mujeres indígenas y de escasos recursos a esterilizarse, lo que ocasionó que la administración recibiera denuncias. Aunque no se tienen datos del total de personas esterilizadas, se estima que durante la administración se esterilizaron alrededor de unas 350 mil mujeres y 25 mil hombres.

En opinión del doctor Neira Orjuela, la crisis social que se vive hoy en día en Perú por el descrédito a la presidenta Dina Boluarte también puede representar un impedimento para que Fujimori pueda volver al poder.

“El tema con Perú es que es un país muy fragmentado políticamente y el resultado de eso es que algunos partidos han sacado provecho como el que lidera Keiko Fujimori, lo que genera más conflicto entre los diferentes actos políticos.

“Vendrán unos días muy difíciles para la sociedad peruana y latinoamericana porque lo que preocupa es que esas viejas figuras que hirieron tanto quieran volver al poder, es un retroceso para el Perú y América Latina con gente que se niegan a hacerse a un lado”, describe el especialista.

En febrero pasado, el expresidente Fujimori confirmó que su partido, Fuerzas Popular, tenía un pacto con el Ejecutivo para que Dina Boluarte siguiera siendo presidenta del país hasta 2026, lo que explica el por qué la mandataria no ha llamado a elecciones como así lo había prometido meses después de tomar el cargo.

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