En el mediodía del viernes en Líbano se produjo un atentado que dejó un saldo de 8 muertos y al menos 80 heridos.
El ataque con coche bomba se perpetró en el barrio cristiano y también distrito residencial y comercial de Ashrafiyeh en un momento concurrido. Entre los muertos se encuentra el general de los servicios secretos Wissam al Hasan, que estaba en contra del régimen de al Asad.
La explosión se produjo en una calle estrecha de un área de tiendas y cafés que quedó convertida en un montón de escombros. La sede del cristiano Partido Falangista, enfrentado con Siria, también fue afectada.
Por eso se descartó que se tratara de un atentado indiscriminado. Según Bassem Mroue, de la AP, es el ataque más grave en la capital libanesa en más de 4 años.
Hace unas semanas se había desactivado un plan de atentado contra Hasan que culminó con la detención de un político aliado al presidente sirio Bachar al Asad, según informó El País.
Es por esto que las hipótesis señalan que al Asad podría estar detrás. Miembros del Parlamento libanés de la oposición dijeron no dudarlo.
Además, la oposición acusa a la milicia libanesa chií Hezbolá de apoyar a al Asad. Y eso, sumado a que las divisiones sectarias de los combates en Siria se reflejan en Líbano y a que han estallado algunos enfrentamientos entre partidarios del presidente sirio y simpatizantes de la rebelión, aumenta el peligro de que la guerra civil siria se extienda.
Anteriormente…
El Líbano fue conmovido por una serie de ataques que comenzaron en el 2005 con un ataque suicida que mató al ex primer ministro Rafik Hariri y a más de 20 personas en el centro de Beirut. En los años siguientes fueron asesinadas varias personalidades antisirias, algunas por explosivos en vehículos. Muchos libaneses culparon a Siria por las matanzas, aunque Damasco negó responsabilidad.
El último ataque grave fue en 2008. Desde entonces reinaba una calma relativa. Pero después de que comenzó el levantamiento contra Assad en 2011, ha habido tiroteos esporádicos entre facciones favorables y opuestas al dictador, sobre todo en el norte del Líbano. Las divisiones sectarias también se agudizaron.
Siria y el Líbano comparten una compleja red de vinculaciones y rivalidades políticas y sectarias. Los suníes en el Líbano suelen respaldar a los rebeldes sirios, mayormente suníes, mientras que Hezbolá es un aliado clave de Assad. (Con información de AP)