El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) detuvo este día a 21 migrantes durante una redada lanzada contra un centenar de tiendas de la cadena 7-Eleven, en un operativo para detener la contratación de indocumentados.
A pesar de que las personas aprehendidas están acusadas de haber entrado al país de forma ilegal, por lo que serían deportados, la operación estaba dirigida principalmente contra las personas responsables de los establecimientos, quienes podrían enfrentar multas e incluso a cargos criminales por su contratación.
Las contrataciones ilegales no suelen perseguirse judicialmente, en parte porque las investigaciones toman tiempo y las condenas son difíciles porque los empleadores pueden argumentar que fueron engañados con documentos fraudulentos. Algunas empresas descuentan las multas administrativas como un coste del negocio.
“Las acciones de hoy envían un fuerte mensaje a las empresas estadounidenses que contratan y emplean fuerza laboral ilegal”, aseguró en un comunicado el director interino de ICE, Thomas Homan, quien advirtió que este organismo “hará cumplir la ley”.
Las redadas se realizaron en 17 estados, incluyendo California, Colorado, Florida, Nueva York, Texas, y en el Distrito de Columbia.
Homan aseguró que las empresas que contratan trabajadores sin documentación fomentan la inmigración ilegal.
ICE no se detendrá
ICE “continuará sus esfuerzos para proteger los empleos para los trabajadores estadounidenses”, al eliminar las ventajas competitivas “injustas” de las empresas que “explotan” la inmigración ilegal, agregó Homan.
Por su parte, Derek Benner, alto directivo de ICE, las redadas realizadas hoy, son las primeras de muchas más y esto es un aviso de lo que habrá por venir para las empresas que contraten indocumentados.
“A partir de aquí, veremos si estos casos merecen un trato administrativo o una investigación criminal”, añadió. “no se va a limitar a grandes empresas o a una industria en particular, grande, mediana o pequeña, va a incluir todo lo que veamos ahí fuera” finalizó.