La Corte Federal de Brooklyn fue el escenario en el que tres agentes federales de Estados Unidos testificaron en contra del Joaquín Guzmán Loera sobre los métodos que narcotraficantes mexicanos utilizaban para traficar cocaína desde México a Estados Unidos.
El oficial de la Guardia Costera de Estados Unidos, James Baggetta, detalló un episodio en el que confiscaron droga, en septiembre del año 2008.
Baggetta mostró con ayuda de videos y fotografías cómo capos mexicanos transportaban en alta mar varias toneladas de cocaína en pequeños submarinos semisumergibles que pasaban desapercibidos ante cualquier radar.
“Fue la primera incautación realizada de noche a un submarino semisumergible, en el que se arrestó a la tripulación”, especificó el oficial.
El agente narró que aquella noche su equipo navegaba hacia la costa de San José, Guatemala, cuando detectaron movimientos extraños de un aparato, inmediatamente identificado como un vehículo de transporte marítimo.
El oficial detalló que dicha técnica la usaban para destruir la droga y que al ser encontrados por los guardacostas de cualquier país no pudieran acusarlos de tráfico de narcóticos.
En la videograbación que se mostró al jurado se ve a los agentes estadounidenses que abordan el submarino, obligando a los tripulantes a salir de la nave con las manos en alto, los detienen y son llevados a la fragata de la Guardia Costera.
En 2008, la misma institución pública confiscó en el submarino cinco mil 896 kilos de cocaína.
Un exagente federal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) relató que entre 2000 y 2006 descubrieron en Nueva York y California cómo un grupo de narcotraficantes mexicanos enviaban por tren desde Ciudad de México decenas de cocaína en tanques ferroviarios.
Con fotografías, el antiguo miembro de la ICE, contó que detectaron cómo un grupo comandado por el narcotraficante mexicano Tirso Martínez Sánchez, alias “El Centenario”, mandó más de 40 tanques ferroviarios cada año a Los Angeles, Chicago, Illinois, así como a Nueva York.
“En estas ciudades tenían bodegas a nombre de empresas fantasma”, aseguró el agente ante el juez Brian Cogan y a los abogados del sinaloense.
Otro intermediario de la Administración Federal Antidrogas (DEA) reveló en su testimonio cómo por una investigación que se realizaba en el estado de Texas logró desmantelar el transporte de cocaína que partía desde ese punto con destino a la ciudad de Nueva York por medio de tractores que presuntamente trasladaban cajas de zapatos.