La investigación sobre la injerencia rusa terminó este miércoles o al menos la participación de uno de sus protagonistas. El fiscal especial Robert Mueller negó que su informe sobre la participación de Rusia en la campaña electoral de 2016 exonerara al presidente Donald Trump de obstrucción a la justicia, pero dijo que las políticas del Departamento de Justicia le impidieron acusar al presidente estadounidense y abandonó la coordinación de las pesquisas.
Mueller dejó la continuidad de la investigación a cargo del Congreso, donde un grupo de representantes piden comenzar un proceso de destitución en contra de Trump.
Después de coordinar por dos años la investigación, Mueller dijo que no era posible asegurar que el mandatario no cometiera ningún delito tras detallar al menos 10 posibles actos de obstrucción de la justicia por parte de Trump.
Las conclusiones de Mueller confundieron al público después de la publicación de un resumen de las 448 páginas de su informe. El resumen está integrado por cuatro páginas realizadas por el fiscal general, William Barr, con el que Trump declaró su inocencia.
Mueller aclaró el miércoles que había actuado obligado por las políticas del Departamento de Justicia que no permiten que un presidente en ejercicio sea acusado de un delito, sin importar cuán sólidas sean las pruebas.
Trump declaró que la investigación había finalizado porque no existen pruebas suficientes para inculparlo.
“Nada cambia en relación al informe Mueller. No hubo pruebas suficientes y en ese caso, en nuestro país, una persona es inocente. ¡El caso está cerrado!”, publicó el presidente en su cuenta de Twitter.
Mueller dijo que el caso dependía ahora del Congreso, donde su declaración provocó nuevos llamados demócratas para iniciar un juicio político en contra de Trump.
“La Constitución requiere un proceso fuera del sistema judicial penal para acusar formalmente a un presidente en ejercicio de un acto indebido”, dijo Mueller.
La senadora demócrata Elizabeth Warren fue una de las congresistas que instó al Congreso a iniciar un proceso de impeachment en contra de Trump.
“Mueller no deja dudas. La Constitución deja ahora al Congreso actuar y eso es un juicio político”, escribió en su cuenta de Twitter.
No obstante, la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi se mostró cautelosa sobre lanzar un proceso políticamente complicado 18 meses antes de las próximas elecciones presidenciales.
“El Congreso continuará investigando y legislando para proteger nuestras elecciones y asegurar nuestra democracia. El pueblo estadounidense debe saber la verdad”, dijo Pelosi.
La declaración de Mueller se produjo en momentos en que los demócratas en el Congreso presionan por su testimonio sobre la investigación de Rusia, como un posible apoyo en los esfuerzos de destitución contra el presidente.
“Espero que esta sea la única vez que hable sobre este asunto. Tomo esa decisión personalmente, nadie me ha dicho si puedo o debo testificar o hablar más sobre este asunto”, concluyó el fiscal.
En ese sentido, la internacionalista Arlene Ramírez Uresti asegura que el impeachment en contra de Trump es posible porque existen las pruebas que necesita la oposición para comenzar el proceso.
“El impeachment es posible porque existen los elementos para realizarlo que los opositores de Trump van a buscar: la obstrucción de la justicia y la imparcialidad que tuvo la corte en la resolución. Estos dos elementos podrían determinar que el proceso se concrete”, comenta la internacionalista.
SIn embargo, la especialista menciona que es complicado implementar un juicio político en este momento porque el reporte oficial no presenta pruebas para culpar al presidente directamente y tendría que realizarse una investigación exhaustiva antes de cualquier proceso contra Trump.
“Hay temas complicados para el Partido Demócrata, por ejemplo, la reforma migratoria y el sistema de salud que podrían restarle atención al impeachment y los tiempos legislativos están muy apretados”, considera Ramírez Uresti.
La internacionalista concluye que los legisladores podrían tener éxito en un proceso de impeachment contra Trump con la conformación actual del Congreso porque los demócratas son mayoría en la Cámara Baja, pero no es el momento adecuado para una investigación tan compleja porque se acercan las elecciones presidenciales de 2020.
Destino de Mueller
Mueller también anunció el miércoles su marcha del Departamento de Justicia, en tanto que su labor había terminado. El fiscal y exdirector del FBI rara vez fue visto y nunca se supo nada de él mientras conducía la investigación sobre la injerencia rusa en total secreto, después de ser nombrado para dirigirla el 17 de mayo de 2017.
Su nombramiento sorprendió a Trump, quien varias veces buscó la forma de socavarlo o despedirlo, según revelaron testigos de la Casa Blanca.
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