La más alta autoridad del Vaticano en materia penitencial, el cardenal Mauro Piacenza, calificó hoy de “acto gravísimo” que los sacerdotes utilicen celulares, tabletas o cualquier otro aparato tecnológico mientras están en el confesionario.
Con estas palabras, el Penitenciario Mayor de la Santa Sede se refirió a una costumbre cada vez más difundida entre los clérigos durante la conferencia inaugural de un curso sobre “fuero interno” que inició este día en el Palacio de la Cancillería de Roma.
“No es raro, desgraciadamente, recibir quejas de fieles escandalizados por la distracción del confesor, que no presta atención a sus palabras o, incluso, está haciendo otra cosa durante el diálogo”, indicó.
“Bajo este aspecto, se me permita una sola indicación, que vale para todos: no se entra al confesionario con el celular encendido, ni mucho menos se usa durante los coloquios sacramentales”, añadió.
El purpurado advirtió que la confesión debe ser un momento de escucha y de encuentro, un “auténtico espacio de libertad” donde los fieles, especialmente los jóvenes, vean satisfechas sus “necesidades múltiples y universales”.
Por otra parte, constató que antes la gente se confesaba por costumbre pero en la actualidad “no hay nada que culturalmente invite a la reconciliación sacramental”, por eso –insistió- se trata de una “decisión libre y contracorriente”.