Donald Trump y el futbol americano parecen estar destinado a sostener una interminable y conflictiva relación, así que demostrado este lunes cuando el mandatario provocó una serie de abucheos y protestas durante la final universitaria entre Alabama y Georgia en Atlanta.
Trump saltó al campo de juego para entonar el himno nacional, sin embargo, el mandatario fue recibido por un sector de la tribuna entre silbido y abucheos, mientras que otro grupo aplaudió y vitoreó al mandatario; la dualidad que Trump ha despertado en la gente desde 2016.
Afuera del estadio, decenas de manifestantes pusieron una rodilla en tierra, mientras un líder encabezaba las consignas con un megáfono en dirección a los aficionados que pasaban rumbo al juego en el estadio Mercedez-Benz.
“¡La vida los negros importa! ¡La vida de las mujeres y los migrantes importa”, coreaban las decenas de manifestantes que se resguardaban bajo sus paraguas de la fría lluvias. Otros más sostenían mantas con frases como “La Máquina Trump-Pence debe irse” y “El tiempo se acabó”.
“Estamos difundiendo el mensaje por todo el país a todo aquel que está sumido en una gran angustia, y muy molesto y temeroso por el hecho de que nos enfrentando a un régimen fascista, y necesita ser detenido”, dijo a la agencia AP Tee Stern del grupo ‘Rechace el Fascismo ATL’.
Trump ha expresado su molestia por el hecho de que algunos jugadores del futbol americano hinquen la rodilla en tierra a la hora en que se interpreta el himno nacional en señal de protesta por episodios de violencia policial contra ciudadanos negros.
“Queremos que se respete nuestra bandera”, dijo Trump horas antes durante un discurso en Nashville, Tennessee, “y queremos que también se respete nuestro himno nacional”. Sin embargo, la mayoría de los jugadores universitario permanecieron en los vestidores durante el himno.
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El presidente ha criticado especialmente al mariscal de campo, Colin Kaepernick, quien fue el primero en arrodillarse durante el himno nacional en juegos de la NFL para protestar contra el racismo que aún se vive en algunos sectores de la sociedad estadounidense.
Trump ha ido mucho más lejos y ha pedido a la NFL que sancione a aquellos jugadores que “falten al respeto” a los símbolos patrios, pues para él se trata de una protesta antiestadounidense, aunque Kaepernick y otro jugadoras han señalado que es todo lo contrario.
