Durante el debate a la presidencia de los Estados Unidos entre Kamala Harris y Donald Trump, su postura sobre la legalidad del aborto fue contrastada por los moderadores.
En uno de los temas en donde el público estadounidense tiene más confianza en la opción demócrata, 56 por ciento de los votantes prefiere a la vicepresidenta sobre al magnate en esta materia.
Para ambos partidos, los derechos reproductivos de las mujeres se han convertido en un diferenciador en este proceso electoral. Tras la derogación de Roe Vs Wade, el caso judicial que permitió la interrupción legal del embarazo, la posibilidad de acceder a un aborto se convirtió en el tema más importante para el electorado femenino y con posibilidad de gestar en los Estados Unidos; bajo las luces del escenario la vicepresidenta Harris recordó el papel de Trump para revertir la decisión de la Suprema Corte.
En múltiples ocasiones el exmandatario se ha declarado a sí mismo como el presidente más provida de la historia y ha presumido que los tres jueces de la Suprema Corte que él nombró fueron fundamentales para revertir los 52 años de presente legal; sin embargo, en las últimas semanas Trump ha moderado su alarde alrededor del tema.
Durante el debate el candidato republicano aseguró que él solo impulsó regresar la decisión a cada uno de los estados de la Unión Americana, lo que según el magnate era la preferencia de los estadounidenses, pese a que múltiples encuestas demuestran que la mayoría de la población está a favor de la interrupción legal del embarazo.
En el transcurso del encuentro entre los candidatos, Donald Trump afirmó que los radicales demócratas apoyaban el aborto sin restricción alguna, incluso ejecutando al bebe después de nacer.
Ante las declaraciones del aspirante a la presidencia, la moderadora, Linsey Davis, le aseguró al republicano, y a la audiencia, que en ninguna de las entidades de Estados Unidos se asesina a los infantes tras el nacimiento como una medida reproductiva.
Las aseveraciones de Trump provocaron la sorna de la vicepresidenta Harris, quien se comprometió que de llegar a la Oficina Oval restaurará las protecciones concedidas por Roe vs Wade una vez que el Congreso presentara un proyecto de ley ante sus manos.
Pese a las futuras intenciones de la candidata demócrata y las hipotéticas situaciones que presentó como argumentación, durante el gobierno del que ha formado parte poco se ha podido hacer para proteger el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.